Joan Deus, coordinación del servicio de psicología de la UAB

"Hemos generado una sociedad de cristal"

Joan Deus, catedrático de psicolgía y catedrático de la UAB

Joan Deus, catedrático de psicología de la UAB, coordina el servicio de psicología y logopedia de esta universidad. Es contundente a la hora de diagnosticar los motivos por los que un 27% de estudiantes tengan pensamientos suicidas y un 4% intenten suicidarse. Responsabiliza a la sociedad por haber generado una generación sin asideros emocionales

-¿Le sorprenden los datos sobre ideación suicida entre los universitarios?

-Me llama la atención y debemos debatirlo más allá de la salud. Nos enfrentamos a un problema social. Es un reflejo de las cosas que no hemos hecho bien en el mundo desarrollado. Japón ya tenía indicadores muy altos de depresión y suicidio en jóvenes, con factores como el aislamiento, la competitividad, la falta de afianzamiento en un lugar y la rebeldía contra la cultura tradicional. Y no hemos aprendido a advertir esto en nuestra población joven.

-Los estudiantes hablan de su angustia ante el futuro

-Yo también estoy preocupado. Mis hijos me dicen que se plantean no tener hijos porque no ven que sea el mundo idóneo para tener hijos. Ambos tienen carrera universitaria y trabajo y han tenido dificultades para pagar un piso.

-¿Con qué se encuentra usted cuando atiende a los estudiantes en el servicio psicológico?

-Encuentro decepción, falta de objetivos de futuro. Falta de incentivos. Se habla de la generación de cristal y siento decirlo pero es así. Hemos generado una sociedad de cristal. Hay baja tolerancia a la frustración, no aceptan un 'no'. Es falta de resiliencia. Lo cual no significa que no tengan problemas. Pero cuando se encuentran en el mundo real, se dan una bofetada muy grande. Un profesor me decía que los aprobaba a todos, porque cuando está enseñando tiene a la mitad de la clase que no acude, y la mitad de los que asisten están mirando el móvil y el resto no se enteran de lo que explica. Y salen de la universidad y se dan el primer golpe con la competitividad.

Entre los estudiantes encuentro decepción y falta de objetivos de futuro

-¿En qué afecta esto a los pensamientos suicidas?

-Pensar que tiene ganas de morirte...¿Quién no lo ha pensado ante frustraciones laborales, personales? Pero es que tenemos casos de jóvenes adultos frustrados porque les deja su pareja con cuadros depresivos brutales como si la vida se acabara. ¿Esto no es ser de cristal? Se quejan de que los etiquetamos de sociedad de cristal, pero cada vez lo son más.

Tenemos casos de jóvenes con cuadros depresivos brutales porque les deja su pareja

-¿Le sorprende el crecimiento de esta ideación suicida?

-No. Estamos haciendo algo muy mal en la gestión de la salud mental. La verbalización de la idea de suicidio es un motivo de urgencia en salud mental. El otro día envié a un paciente de urgencias, porque estaba con un trastorno obsesivo compulsivo con ideas suicidas y tuvo que esperar ocho horas. Y me llamó diciéndome: 'no aguanto más y me voy a casa'. ¿La responsabilidad de quien es si luego se suicida? Y luego nos llenamos la boca de que en Catalunya tenemos un protocolo del suicidio. Claro que falla el sistema, estamos saturados, faltan recursos y gestionarlos mejor.

Envié a un paciente de urgencias con un trastorno obsesivo compulsivo con ideas suicidas y tuvo que esperar ocho horas

-¿Influye el consumo de drogas, en especial de marihuana?

-Claro que influye. Este incremento de la ideación suicida es responsabilidad nuestra, de la generación de los padres y la gestión política y administrativa de los últimos 25 años. He vivido que los políticos hicieran campañas de prevención diferenciando entre drogas duras y blandas. La marihuana no es una droga blanda, es una droga. Y lo que haces es disminuir el umbral de tolerancia a la ansiedad. Es un recurso que tiene los jóvenes para reducir sus niveles de ansiedad. El consumo se ha extendido porque no ven un problema en ello. Pero baja la tolerancia a la ansiedad y genera problemas de memoria. Y te dicen 'bueno, no me pasará a mí'. Pero les pasa. Y son jóvenes cada vez más jóvenes, los que consumen. Se pueden fumar cuatro porros al día. Muchos fuman para relajarse y dormir.

El consumo de porros se ha extendido porque no ven un problema en ello, se pueden fumar cuatro al día

-¿Y las tecnologías, Instagram, TikTok?

-Es una adicción que genera aislamiento social. Hemos perdido la capacidad de comunicar y hablar. No es normal haber tenido que hacer una ley para prohibir el uso del móvil a los doce años. Y en la universidad el uso es continuo, tenemos prohibido usar el móvil en las aulas pero lo utilizan. Tienen el ordenador y el móvil al lado mientras damos clases. La comunicación se ha perdido, hablan entre ellos a través del móvil. A esto añádele la lacra de los influencers. Les hacen más caso que a los profesionales de la salud mental.

tenemos prohibido usar el móvil en las aulas pero lo utilizan; la comunicación se ha perdido

-La imagen del cuerpo a través de las redes, afecta más a las mujeres...

-Absolutamente. Los políticos se llenaron la boca de regular las tallas, las modelos. Y no se ha hecho nada. La imagen preocupa a las jóvenes. No hay incremento en trastornos de la conducta alimentaria, pero sí en adicción a las tecnologías de la comunicación. El trastorno de uso de sustancias va asociado a intentos de conducta autolítica y nos olvidamos de que el consumo del móvil, que provocan aislamiento social, también está asociado a ideación suicida. Y la cantidad de bullying que se hace a través de las redes.

-En definitiva, el incremento de las ideas suicidas va más allá de las paredes de la universidad...

-Es un problema social. Estamos generando problemas de salud mental, por la falta de preparación, de tolerancia a la frustración, la ley del esfuerzo... Y obviamente tenemos que hacer un trabajo previo ya en los institutos, donde hay un incremento brutal de problemas de salud mental. Porque estos son los que vienen después a la universidad.