Los beneficios de la parafina en el tratamiento de la artritis
Alivia el dolor y ayuda a la circulación de las zonas más afectadas con la artritis y otros problemas musculares
Los beneficios de la parafina en el tratamiento de la artritis / FREEPIK
Se estima que en España hay más de 300.000 personas que padecen artritis reumatoide y, cada año, se diagnostican más de 20.000 casos de esta enfermedad de las articulaciones crónica y, en muchos casos genética, que afecta, sobre todo a mujeres de mediana edad.
Este tipo concreto de artrosis se define, por supuesto, por la inflamación de las articulaciones. No obstante, se produce cuando “el sistema inmune reconoce como extraña determinadas partes de las articulaciones”. Así lo define la Fundación Española de Reumatología, que asegura que el único tratamiento es intentar controlar el dolor y la inflamación para intentar mejorar la calidad de vida a largo plazo.
Esto se traduce en analgésicos, fármacos y, si es necesario, fisioterapia. No obstante, hay una solución que podrías pedir a tu doctor o fisioterapeuta si el dolor es tan intenso que la medicación no ayuda. Se trata de los baños en parafina.
Los baños en parafina ayudan a mejorar la circulación de las zonas con artritis / ARCHIVO
¿Qué es la parafina?
La parafina es una sustancia derivada del petróleo que, en el contexto de la medicina, tiene propiedades que ayudan a realizar terapias de calor.
La Dra. Helena Bascuñana Ambrós, presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), asegura que tiene el objetivo de “aliviar el dolor muscular y articular, mejorar la circulación y reducir la rigidez en las articulaciones”.
Desde el punto de vista de la fisioterapia, como apunta el doctor Carlos Alberto Villaron Casales, profesor de Universidad Europea de Valencia, tiene muchas aplicaciones:
- Alivio del dolor y la rigidez: La aplicación de calor sobre las zonas afectadas ayuda a relajar los músculos, aumentar el flujo sanguíneo y reducir la inflamación, lo que a su vez disminuye el dolor y la rigidez.
- Mejora de la movilidad: Debido sobre todo al efecto calórico la parafina ayuda a flexibilizar las articulaciones y mejorar el rango de movimiento.
- Hidratación de la piel: La parafina tiene propiedades emolientes que ayudan a hidratar la piel seca y agrietada.
- Preparación para la fisioterapia: La aplicación de parafina antes de la fisioterapia puede ayudar a calentar los músculos y facilitar el tratamiento.
¿Quiénes pueden verse beneficiados por la parafina?
Más allá de la artritis, hay más dolores difíciles de tratar, ya sean musculares o articulares, que pueden verse muy aliviados sin consiguen frenar los brotes con tratamientos de parafina medicinal. Algunos de ellos son:
- Artritis: Osteoartritis, artritis reumatoide, artritis psoriásica.
- Fibromialgia: Dolor muscular crónico y fatiga.
- Tendinitis: Inflamación de los tendones.
- Bursitis: Inflamación de las bursas, sacos llenos de líquido que se encuentran entre los huesos y los tejidos blandos.
- Contracturas musculares: Rigidez y acortamiento de los músculos.
- Lesiones deportivas: Esguinces, distensiones y contusiones.
¿Cómo funciona un tratamiento con parafina?
Según la reumatóloga Helena Bascuñana Ambrós, existen varios métodos:
- Método de inmersión: se sumerge la parte del cuerpo en la parafina varias veces hasta formar una capa gruesa, luego se envuelve en plástico y una toalla para retener el calor.
- Método de cepillado: se aplica la parafina con un cepillo en varias capas sobre la zona afectada.
- Método de vertido: se vierte la parafina sobre la zona a tratar y luego se envuelve en plástico y toalla.
Existen diferentes métodos de tratamientos con parafina / ARCHIVO
Todas las opciones conseguirán que “aumente la circulación sanguínea, se reduzca la inflamación y mejore la elasticidad de la piel”, añade Ambrós. Eso sí, lo que más ayuda a reducir el dolor es repetirlo con frecuencia.
- “La frecuencia recomendada para los tratamientos de parafina varía según la condición y la respuesta del paciente. Inicialmente, se pueden realizar de dos a tres sesiones por semana durante dos a cuatro semanas”.
Existen kits de parafina para uso doméstico, desaconsejado por los profesionales / ARCHIVO
El alivio que sienten los pacientes, así como la necesidad continúa, lleva a muchos a intentar realizar el paciente en su propia casa. No obstante, Casales lo desaconseja.
"Si bien existen kits de parafina para uso doméstico, se recomienda que el tratamiento se realice con un profesional, ya que ellos pueden evaluar la afección, determinar si la parafina es adecuada y aplicar el tratamiento de forma segura y eficaz", explica.
"Los efectos terapéuticos de la parafina son mucho mayores si durante su aplicación se realizan ejercicios con la zona a tratar, evidentemente este tipo de ejercicios terapéuticos deben ser dirigidos y controlados por un fisioterapeuta", concluye Casales.
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