New York es la ciudad por excelencia, aquella en que todas las demás se inspiran. Vibrante, diversa, multicultural, auténtica, creadora de tendencias, universal y, a la vez, capaz de mantener la esencia de cada uno de sus cinco ‘boroughs’ y de los barrios que se integran en ellos. Y encima, generosa, porque una vez al año sale de sus coordenadas físicas para mostrar lo mejor de ella misma de la mano de Seagram’s Gin y su Seagram’s NY Hotel, que se instala del 14 de junio al 14 de julio en el Hotel 1898 de Barcelona.
El exclusivo hotel de la Rambla permitirá de esta manera adentrarse en la ‘gran manzana’ sin tener que cruzar el océano Atlántico, con toda una serie de experiencias puramente neoyorquinas. Por ejemplo, devorar los ‘cupcakes’ de Magnolia Bakery y sentirse por un instante como las glamurosas protagonistas de ‘Sexo en Nueva York’. En el interior del hotel se instalará una ‘pop up’ que recreará visualmente la icónica tienda, con sus elaboraciones más icónicas como el Carrie Cake o su famoso ‘banana pudding’.
Uno de los salones del Hotel 1898, que se convertirá en el Seagram's New York Hotel.
Mucho más que un 'brunch'
Y de un plan clásico a uno que forma parte de las nuevas tendencias neoyorquinas: el Bingo Brunch, una experiencia única y atrevida donde todo puede pasar. Un nuevo formato que llega por primera vez a Barcelona, dirigido por una ‘drag queen’ que cantará los números a los asistentes mientas disfrutan de un espectacular ‘brunch’, amenizado con 'cocktails' y un DJ, en un maridaje que promete.
Siendo el Seagram’s NY Hotel, obviamente, la coctelería jugará un papel fundamental. Será de la mano de Dear Irving y su directora, Meaghan Dorman, una exquisita profesional del mundo de la mixología, que fue nombrada Bartender of the Year en el 2016. Ella y su equipo prepararán toda una serie de 'cocktails' que tendrán el más puro sabor del verano neoyorquino, como si uno estuviera tomando el fresco bajo uno de los robles de Central Park. Todo ellos con Seagram's Gin –la ginebra americana más icónica y sofisticada– como base, en una demostración de que los grandes clásicos de la coctelería también pueden evolucionar.