Rubí reactivó el pasado jueves el Consejo de la Formación Profesional a través de una sesión plenaria en la que se aprobaron sus estatutos y el Plan de Trabajo 2017-2019.
La alcaldesa Ana María Martínez, que preside el Consejo, destacó la importancia de la reactivación de este ente como herramienta para mejorar la cualificación profesional de la ciudadanía: "Este consejo es importante dentro de la estrategia política del gobierno que pasa a corto plazo para atender a los colectivos más vulnerables y mejorar la formación para, a largo plazo, minimizar las situaciones de vulnerabilidad aumentando la empleabilidad de la ciudadanía ".
PARTICIPACIÓN SECTORIAL
El Consejo es un órgano de participación sectorial de carácter consultivo y una plataforma estable de trabajo en la que tienen presencia los agentes educativos, sociales y económicos que operan en la ciudad.
Sus funciones son formular propuestas a las administraciones competentes para el diseño y la planificación de la formación profesional (FP) y adaptarla a las nuevas necesidades y competencias, colaborar con la administración en el diseño y la planificación del mapa escolar, hacer más atractiva la formación profesional y promover la colaboración de las empresas.
PLAN DE TRABAJO 17-19
El plan de trabajo se aprobó con los votos a favor de todos los asistentes, a excepción del representante del grupo municipal de Veïns per Rubí (VR), Antoni García, que se abstuvo. El documento establece tres líneas de trabajo: adecuación, fomento y mejora de la Formación Profesional; Transición Escuela-Trabajo y la Formación a lo largo de la vida.
Para mejorar la Formación Profesional, el documento recoge dos líneas establecidas con anterioridad: el Observatorio de la FP que debe crear un mapa de la FP reglada inicial, ocupacional y continua; y la formación en centros de trabajo que promueve la estancia en prácticas en empresas de la Rubí.
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