Del maletín de ejecutiva a la chancla. Ese fue el cambio de vida de Myriam Martínez, cuando dejó su alto cargo en Recursos Humanos del gigante Inditex para abrirse camino en la lejana isla de Boipeba, en Brasil. En el último año, su trabajo ha dado fruto. Casa Bobo, la posada rural que creo con gran esfuerzo, integrada por pequeños bungalós ecológicos, se ha convertido en número uno de la isla en las valoraciones del portal Tripadvisor y en la 8ª de Brasil.
Es feliz junto a su marido, al que conoció allí, y se siente «más integrada, con más amigos y más relajada», pese a convivir solo con indígenas. Pero insiste en que «no ha sido un camino de rosas». «Reinventarse no es para todos la panacea, tienes que sentir que lo quieres, sopesar pros y contras y saber que siempre se pierde algo».