CAMBIO DE PROTOCOLO POR EL CORONAVIRUS

Se acabó el boca a boca en las playas

El balón resucitador evita el contacto directo con los labios y el aliento de la víctima, pero es un dispositivo que requiere entrenamiento previo

Dos socorristas de Proactiva, con las mascarillas en una playa de Calella, ayer. / DAVID APARICIO

Este verano no habrá boca a boca en playas ni piscinas. Para salvar la vida de una persona y reanimarla cardiopulmonarmente, los socorristas realizarán compresiones en el pecho pero no insuflarán oxígeno a la víctima. Al menos, no con su boca. El plan B es el llamado balón de resucitación, un dispositivo autohinchable con el que disparar aire a través de una mascarilla. Sin embargo, su uso requiere un profundo entrenamiento. Y no todos los socorristas lo tienen.