La Guardia Urbana y la Guardia Civil han impulsado un operativo conjunto contra la venta ambulante no autorizada de alimentos y bebidas en la zona marítima de Barcelona, en el marco de su campaña de verano para evitar delitos contra la salud pública en el litoral de la capital catalana. Este tipo de venta ilegal, como denunció EL PERIÓDICO, se ha desbordado esta temporada en las playas de la ciudad.
Según han informado fuentes policiales, agentes de ambos cuerpos recorrieron ayer el litoral de Barcelona para recoger muestras de bebidas y alimentos que distribuyen los vendedores ambulantes, para comprobar si contienen bacterias o patógenos.
La Unitat de Platges de la Guardia Urbana, que habitualmente lleva a cabo las actividades en esta zona, contó con la ayuda del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil para proteger la salud de la ciudadanía y desincentivar el consumo de alimentos y bebidas que no cumplan ninguna normativa y que puedan generar problemas de salud.