En esta cala de cuento los pinos piñoneros sacan la cabeza por el patio -este puñado de arena y roca delicioso, amable y hospitalario– para regalarte mañanas al sol regados de luz o pequeños espacios sombríos pensados para dar tregua a la piel enrojecida.
Elige. Es la cala del Pi, otro capricho de la naturaleza creado para los que buscamos espacios más íntimos frente a arenales inmensos cómo, por ejemplo, la playa Llarga d'Aro; aunque se tenga que volver a casa con el salitre enganchado al cuerpo, o dejar el coche a unos minutos de paseo al lado del mar, obligados a escuchar –sí o sí– esta banda sonora oficial –la de las olas entablando conversación con las rocas– que supone un castigo tan terrible para los bañistas más adocenados.
Dónde: Por un sendero entre el Hotel Cala del Pino y el nº158 de la carretera C-253, entre Playa de Aro y Calonge.
Servicios: Ninguno.
Entorno: Residencial.
Ocupación: Media.
Recomenada para: Gente como tú.
Participa en el concurso de la Playa Misteriosa de esta semana.