Venir a Eivissa pensando en caminar es una idea que puede parecer tan fuera de contexto como la imagen de esta cala de apariencia alpina. Pero no, no es una errata. Esta isla divina es una caja de sorpresas que esconde rincones inimaginables como Es Portixol, un ancestral puerto de pescadores que sobrevive ajeno al turismo de masas sencillamente porque solo se llega caminando (o navegando, claro está). Deja las sandalias fashion y cálzate unas deportivas que hoy nos toca sentir el suelo y bucear por este denso pinar antes de llegar a la marmita mineral, hogar de los meros y de los 'bullit de peix'.
Dónde: En Sant Miquel. Caminando 1.300 m desde el camino que baja desde la Urb. Isla Blanca.
Servicios: Ninguno.
Entorno: Natural y marinero.
Recomendada para: Senderistas y alternativos.
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