Hay una cala en Llançà que tiene vida propia y brama con cada temporal de levante. Es como si le pidieses al mar -a gritos- que no se lleve los granos de arena que le dan sentido, y que son, además, el ingrediente principal de un plato que aquí se sirve frío. De la paella de la Calavera, del Circo... estos son también sobrenombres que le hacen justicia. Y si no, amigo veraneante, fíjate en la fotografía de esta playa de ensueño: ¿se te pasa por la cabeza un nombre mejor para este paisaje pintoresco? Ven a conocerla y la saborearás solamente con verla, aunque el Mediterráneo haya podido rebañar todos los granos de la colosal paella.
¡Buen provecho! ¡Salud!
MIGUEL Á. ÁLVAREZ ALPERI