Estos últimos meses han sido más habituales las noticias sobre cancelaciones que en torno a nuevas iniciativas. Por eso siempre es una estupenda noticia que se reanuden actividades que fueron suspendidas. Este es el caso del ciclo Pantalla Barcelona, una selección de las mejores películas rodadas o producidas en la ciudad y que se proyectan en los diferentes centros cívicos. Todas las sesiones son gratuitas aunque es imprescindible hacer la reserva previa en la página web del espacio respectivo y se inician siempre a las 19 horas, excepto cuando se especifica. Empezamos la gira.

Dos sesiones de cortos

Junto algunos largometrajes se proyectan también cortos que, igualmente, se han reunido en dos sesiones especiales. La primera tendrá lugar esta misma tarde, es New ways to (Can Clariana, hoy), compuesta por cinco trabajos de animación, ficción y documental sobre las nuevas formas de relacionarnos por medio de las nuevas tecnologías: Internet, YouTube, los selfies o los rooftoppers (quienes se hacen una foto a grandes alturas). Hola dictadura (Casa Groga, 19 de febrero) también utiliza diferentes géneros, hasta el experimental y la comedia, para hablar del autoritarismo de estado, la propaganda, los dictadores o la resistencia. Son cinco películas sobre los combatientes antifranquistas, el régimen rumano, las reivindicaciones colectivas, el fantasma de Lenin o las mujeres dictadoras.

Filmes premiados

En esta selección figuran algunas de las mejores películas y más premiadas de los últimos años como Estiu 1993 (Can Clariana, 9 de febrero), que obtuvo 3 Goya y se ocupa de una niña de 6 años cuya madre acaba de fallecer y va a vivir con sus tíos y su prima de 3 años. Le costará adaptarse a cambiar Barcelona por una casa en un pueblo y a su nueva familia. Es un drama basado en la historia real de su directora y está narrado desde el punto de vista de la niña. La cámara está casi siempre a su altura y traslada al espectador sus emociones. Una pequeña es también la protagonista de Binti, una youtuber sense fronteres, (C. C. Vil·la Florida, 11 de febrero), una niña congoleña que vive con su padre en Bélgica y sueña triunfar en esta plataforma. Carecen de papeles y viven ilegalmente, pero la pequeña trama un plan para que su padre se case con una divorciada del país y puedan seguir allí sin problemas. Es una película divertida y emocionante que ha obtenido varios galardones internacionales y que se proyecta junto al corto Wannabe, sobre otra niña que se crea un mundo ficticio en Internet.

El ciclo incluye dos filmes más de ficción como Memorias de un hombre en pijama (Casa Groga, 5 de febrero), un filme animado basado en los cómics de Paco Roca sobre un soltero cuarentón que trabaja desde casa en pijama hasta que su vida se ve alterada cuando se enamora. Fue la ganadora del Gaudí de animación del 2019 y tiene un atractivo adicional, las canciones del grupo Love of Lesbian. Otra propuesta curiosa es 7 raons per fugir (Fort Pienc, 25 de febrero, 19.30 h.), premio del público en los Gaudí. Es una sucesión de originales historias cortas con actores de primera fila que hablan castellano o catalán, según la lengua que dominen, y donde se abordan otros tantos temas como la familia, la solidaridad, el orden, la propiedad, el trabajo, el progreso y el compromiso. Todas ellas esconden mucha crítica social y juntas conforman una especie de tragicomedia gamberra que ha sido comparada con Relatos salvajes.

Reivindicaciones y discriminaciones

Este ciclo incluye un gran número de documentales. Dos de ellos se ocupan de reivindicaciones sociales como Renda bàsica (Pati Llimona, 2 de febrero), que plantea la posibilidad de crear una asignación mensual para todas las personas (trabajen o no), una idea que han acogido unos cuantos partidos políticos y otros rechazan. En esta misma línea, Push (Zona Nord, 26 de febrero) reflexiona sobre los motivos por los que ya no podemos vivir en nuestras ciudades. Revela los secretos más oscuros de la especulación inmobiliaria y urbanística así como entrevista a sociólogos, economistas, periodistas o la alcaldesa Ada Colau. Se proyecta junto al cortometraje animado de ciencia ficción Madrid 2120, ganador del Goya el año pasado.

Las discriminaciones por razones de sexo están presentes en Me llamo Violeta sobre dos menores transgénero: Violeta, hija del actor Nacho Vidal, que lleva con normalidad su situación, y Alan, que fue víctima de acosos en el instituto. Por su parte, A thousand girls like me denuncia la situación de la mujer en Afganistán por medio del caso de una joven que sufrió abusos de su padre desde pequeña quedando embarazada en varias ocasiones y decide presentar cargos contra él. Ambos podrán verse en el Josep Maria Trias i Peitx, el 9 de febrero y el 9 de marzo, respectivamente, en los dos casos, a las 18.30 horas.

El lado oscuro de la moda

Para acabar, la moda está presente también en dos documentales. Out of fashion (Vil·la Florida, 9 de febrero) ejemplifica el fenómeno de la moda rápida y barata de gran consumo siguiendo el viaje de unos tejanos desde que se recoge el algodón hasta que se vende. Su propósito es denunciar los daños que provoca al planeta y plantear alternativas. Otro ejemplo similar es Traceable (Torre Baró, 19 de febrero), que sigue el rastro de todas las manos por las que pasa una camiseta barata y cómo las empresas encargan a otros países el trabajo para reducir costes provocando condiciones laborales míseras. Como complemento se proyectará May day, corto de ficción sobre un grupo de personas que buscan trabajo y se someten a una incómoda entrevista. Varias opciones muy distintas entre ellas para descubrir el mejor cine que se hace en Barcelona en el mejor sitio posible, una pantalla.