Un robado en Orval cotiza alto. Su interiorismo industrial, minimalista, en contraste con la exuberancia de las plantas que pueblan el local, activa las glándulas salivales de instagrammers y modernos.
Orval
Buenaventura Muñoz, 31.
Este elegantísimo y apacible islote entre Fort Pienc y Poble Nou despierta a la gente 'cool' de Barcelona con el mejor café de especialidad. Sus tostadas de aguacate y pasteles de calidad han hecho arder más de una mochila Fjällräven. Solo la gente con mercurio en lugar de plasma sanguíneo es capaz de visitar este espacio y no inmortalizarlo en sus redes sociales.
Con un reparador y perpetuo baño de luz natural que desintegraría la epidermis de Andrés Iniesta, este paraíso de hormigón, terrazo y clorofila no se ciñe a los límites de la cafetería, pues también vende revistas de importación exquisitas, cerámica o piezas de ropa, entre otras cosas cuquis. ¿Estás en horas bajas? En Orval recuperarás todos los puntos que perdiste en tu carnet de moderno cuando le pusiste un 'like' a Anabel Pantoja.