ARTESANÍAS MINI

Ananda: el paraíso del microarte

En esta tienda y taller de miniaturas podrás encontrar muñecas diminutas y sillas que caben en la palma de la mano

Feli Vallet y Pilar Sampietro con una de sus creaciones: una escena de cumpleaños. / RICARD CUGAT

En el número 21 de la calle del Rosselló, dentro de un pequeño local sin letrero, se encuentra la madriguera del conejo que estás buscando. Nada más entrar te sentirás como Alicia después de haber cometido la imprudencia de probar demasiado de aquel dulce con el sugerente mensaje de «Cómeme». Mires donde mires solo verás muebles que caben perfectamente en la palma de la mano, pasteles más pequeños que una uña y muñecas minúsculas de belleza delicada. 

Ananda

Rosselló, 21Horario: de lunes a viernes de 11:00 h a 14:00 h y de 17:00 h a 20:00 h

No, no has entrado en el País de las Maravillas aunque este lugar sea tan mágico como el mundo de Lewis Carroll. Ananda es el paraíso de las miniaturas donde la expresión de infinita ternura al ver a aquellas muñecas solo se sustituirá por una de extrema sorpresa al descubrir el trabajo de Felicidad (Feli) Vallet y Pilar Sampietro. Suyas son las manos que con el cuidado y el mimo de un artesano crean muñecas a escala 1:12 que bien podrían formar parte de alguna exposición de museo, de microarte en este caso. Juntas forman una combinación perfecta: la precisión de quien ha dedicado años al estudio de las miniaturas y la tenacidad de quien lo ha aprendido todo de forma autodidacta. «Feli, al haber estudiado, es más técnica. Yo soy como aquello que se suele decir: aprendiz de mucho, maestro de nada», comenta Pilar con desparpajo. ¿Qué hace posible esta magia a tamaño reducido?

El horno vitrificado se utiliza para cocer la porcelana de la que están hechas las piezas de las muñecas y para fijar la pintura.RICARD CUGAT

PRECISIÓN EN CADA DETALLE 

Feli es la encargada de dar forma a los cuerpos de las muñequitas con porcelana y unos moldes básicos. Ninguna muñeca es igual a otra porque mediante un proceso de lijado ella cambia la expresión y la forma de la figura. Dibujar las caras no es tarea fácil dadas las dimensiones, pero Feli lo hace con una naturalidad y precisión pasmosas; eso sí, con la ayuda de una lupa especial. Todo está meticulosamente cuidado y no hay cabida para las prisas. «Cada detalle que se pinta necesita ser fijado en el horno vitrificado para que los colores no se mezclen. Se gasta mucha electricidad y tiempo, por eso el proceso es tan largo y caro. Se pueden tardar dos meses en construir solo el cuerpo de la muñeca», explica Feli.  

Feli Vallet utilizando una lupa para pintar la cara de una muñeca.RICARD CUGAT

Cuando el trabajo de Feli está listo, es el turno de Pilar, quien lleva la afición por las miniaturas hasta en la piel: el tatuaje de una adorable muñeca decora su brazo. Ella es peluquera, carpintera y modista, todo en uno que se dice. Cose los vestidos, construye los muebles para los escenarios, e incluso los tapiza, además de peinar a las figuras. «Es un trabajo que te permite ser todo lo creativa que quieras. Debes pensar en los materiales que tienes a tu alcance y luego darles un uso diferente para las miniaturas. Por ejemplo, las piezas de bisutería pueden servir como decoraciones para pastelitos o como botones para los vestidos».

Una vez pintada la cara de las muñecas hay que montar las diferentes partes.RICARD CUGAT

PASIÓN Y DEDICACIÓN

¿Cuánto vale todo ese trabajo? 350 euros es el precio medio por cada figura. «Por caro que parezca, no es ni la mitad de lo que cuesta de verdad la pieza», aclaran. «Miniaturas se pueden encontrar a montones en internet y son todas iguales. Lo que hacemos en Ananda son piezas únicas», explica Pilar. Y esa exclusividad es, precisamente, uno de sus mayores atractivos y reclamo para los coleccionistas extranjeros, los principales clientes de su tienda 'online'. «La cultura de la colección de miniaturas está más extendida en países como Estados Unidos», añaden. 

Pilar Sampietro retocando el peinado de la muñeca ya acabada.RICARD CUGAT

«La crisis ha hecho mella y la gente da preferencia a otros gastos como salir a comer fuera porque es algo que puedes disfrutar en familia. En cambio, el mundo de las miniaturas es más individual», comenta Pilar. Con un mercado así resulta un tanto arriesgado regentar una tienda como Ananda, pero eso no opaca la pasión que sienten por su trabajo. «Por encima de la paciencia y el cuidado que tienes que tener para hacer las piezas están las ganas que le eches. Nosotras nos sentimos muy afortunadas de trabajar en lo que nos gusta», aseguran. Cuando conoces todo el proceso que hay detrás de la creación de miniaturas no puedes evitar sentirte atraído por ellas y querer descubrir cada uno de los detalles que las hacen únicas.