Todavía quedan ocho meses para verano. Si lo más parecido a unas vacaciones que se divisa en tu futuro es meter sal en el baño y hacerte unos largos a lo Mecano, en el Raval te espera Trópico. Dile adiós al tiempo muerto en el aeropuerto, a las maletas con bultos de ropa matemáticamente imposibles y a llevar en la cartera un post-it con todas las conversiones de moneda. Aquí podrás viajar a tragos.

Latinoamérica, África Central y sudeste asiático tienen algo en común: son zonas tropicales y comparten alimentos, ingredientes y tradiciones. Cuando Rodrigo y Rafael, brasileño y colombiano respectivamente, llegaron a Barcelona, decidieron exportar esta cultura tropical que les era tan familiar a un local que les permitiera «volver a través de sus sabores, recetas e ingredientes». Bajo esta premisa nació Trópico. 

Pese a lo exótico de su planteamiento, su estética es simple y minimalista. Trópico se aleja de la decoración típica de los bares temáticos, que muchas veces peca de kitsch. Sus paredes juegan con colores crudos y apagados «que sirven de equilibrio con la parte caliente de la carta», explica Rafael. «Queremos que las personas descubran el trópico a través de los sabores y que no estén predispuestas por el entorno». 

Destaca un gran mapamundi sin fronteras que cubre una de las paredes interiores, realizado por Rafael (el propietario, no el pintor), y que es una auténtica declaración de intenciones. En sus propias palabras: «Porque en Trópico podemos sentirnos un poco de todos lados, este mapa es un elogio a la globalización». Que no se entere Trump o les cae un tuit. 

CÓCTELES DE AUTOR

Su carta incluye todo tipo de platos y bebidas tropicales, pero es especialmente destacable su oferta de cócteles de autor. Por poner un par de ejemplos: el Saffron Mango Sour está inspirado en la India, utiliza la fruta nacional, el mango, y la combina con sabores más amargos, como el huevo o el azafrán, este último, un homenaje a la cultura de las especias.

El Tropic Thunder juega con ingredientes africanos, como la marula (según la leyenda urbana, la fruta con la que se emborrachan los elefantes) o la lima kafir. Por si los ingredientes de este cóctel no fueran suficientemente tropicales, ¡se sirve dentro de un coco! Imposible no instagramearlo. 

En la saturada noche barcelonesa, Trópico se ha convertido en un punto diferente donde coctelear y saciar la Lindsay Lohan que llevas dentro. Cierra el buscador de vuelos, deja de rezar a los santos para conseguir una buena oferta y pásate por este hot spot del Raval. Para pegarte un buen viaje no necesitas el pasaporte, solo su carta.