Quién te ha visto y quién te ve, Sofía. Qué 'lifting' te has hecho. Y qué rica la comida que haces, aunque sé que te ha ayudado Carles Tejedor. Esos buñuelos de bacalao, ese arroz de pollo y alcachofas, esa coca que algunos confunden con una pizza... Ñam, ñam.

Sofía es nombre de princesa, y Princesa Sofía, de hotel barcelonés de toda la vida. Y estoy aquí, en Sofía (el nombre es ahora más 'republicano') porque he acudido a la presentación del restaurante Impar, uno de los cinco espacios gastronómicos del establecimiento de la Diagonal (plaza de Pius XII, 4), un gigante de más de 460 habitaciones y cinco plantas subterráneas de parking. Y el comedor, sí, también es gigante. Los ventanales son enormes ventanales y hay suficiente espacio libre para bailar un vals. Parece que 

Estoy aquí y pienso que me he equivocado de hotel. Pero no. Cómo has cambiado, Sofía.