PLATO DEL DÍA

Al Kostat: ¿a qué sabe un pollo cubista?

La presentación, tan fabulosa como inquietante, deja al comensal noqueado y con ganas de probar el bicho que cocina Jordi Vilà

Jordi Vilà y el pollo cubista del restaurante Al Kostat, en Barcelona. / JORDI COTRINA

El cuello y la cabeza del pollo de Al Kostat (ronda de Sant Antoni, 41) son totémicos y alarmantes. Cuando la pieza aparece en la mesa, el comensal desinformado se lleva un susto. La corrección gastronómica ha borrado los platos en los que las aves y los mamíferos tienen testa, no así los pescados, que llegan enteros y con los ojos en blanco. Las cabezas dan miedo y más si enseñan la lengua. Nos horroriza que las víctimas nos miren.