La firma Salaos ha lanzado la primera salina doméstica para cosechar sal en casa. Con un recipiente que imita las formas rectangulares de las salinas marinas y una bolsa con agua de mar de la Costa Brava, que ha sido previamente filtrada y analizada para que sea apta para el consumo humano (cuenta con su propio registro sanitario), se lleva a cabo un proceso sencillo: se vacía el agua en el recipiente-salina y se deja en un lugar donde le dé el sol el máximo tiempo posible, ya sea una ventana, una terraza, un patio o un jardín. Al cabo de varios días el agua de mar se evapora y queda sal marina pura, con todos sus oligoelementos y minerales. De cada cosecha pueden salir entre 30 y 40 gramos de sal, equivalente a casi dos saleros de mesa.