PUNTA DE CUCHILLO

Cocineras, alzaos

De los 112 restaurantes triestrellados que hay en el mundo –Mundo Michelin, sin guías en Sudamérica y la mayor parte de Asia–, solo cinco señoras están en lo alto del estamento: Carme Ruscalleda, Elena Arzak, Nadia Santini, Annie Féolde y Anne-Sophie Pic. Podría ser culpa de los michelines y la visión masculina de la cocina, con un cuerpo de inspectores dominado por hombres, si bien es extrapolable la escasez de lo femenino a lo cotidiano. ¿En cuánto multiplican los cocineros a las cocineras en la restauración general? En mucho, muchísimo, y eso que las escuelas de hostelería están a reventar de alumnas. 

¿Qué frena a las cocineras para erigirse en sus jefas, en ser propietarias como los hombres, y los hombrecillos, de pequeños grandes establecimientos? ¿El argumento es el de siempre, la carga de los hijos y las parejas ausentes? Debe de serlo. Es muy corriente: cocinero-conoce-cocinera, abren un chiringuito; él ante los fuegos y ella, en la sala. Pocas veces es al revés.

Es el momento de decir no, de arriesgar, de ser valientes. De dominar la llama. Alzaos, cocineras y conquistad el mundo. También el mundo Michelin.