Mercadillo de Navidad
Una vergüenza. Recorrí el mercadillo de extremo a extremo y ni una sola persona me supo decir qué le tengo que regalar a mi madre. Por momentos me sentía como si el único que la conociera de todo el lugar fuera yo. He recibido las peores sugerencias de mi vida. A este paso mi pobre madre se quedará sin regalos otra Navidad más por culpa de la poca profesionalidad de los trabajadores de los mercadillos.
Boicotear el Mundial
Boicotear el Mundial de Qatar es de las mejores cosas que se pueden hacer a día de hoy. Por un lado, quedas de maravilla con la gente, y por otro, puedes ver el Mundial tranquilamente porque nadie se da cuenta. Tienes toda la emoción de un Mundial pero además te puedes sentir mejor persona que los demás. Espero que el próximo Mundial se celebre en un país aún peor porque es una experiencia única.
La huelga aérea
De las mejores y más emocionantes experiencias que he vivido en mi vida. Gracias a la huelga aérea, la vuelta a casa de estas Navidades es la más apasionante que se recuerda. Tú vas al aeropuerto con tu maleta, pagando el taxi, el Aerobús o el ticket especial de metro y una vez allí te notifican que tu avión no sale, introduciéndote de golpe en una increíble aventura para llegar a tu destino. Genial.
Rubén
Rubén para mí ya no existe. Lo de esta semana es terrible. El muy impresentable ha estado intentando convencerme para engañar a un buen amigo por activa y por pasiva. Quería que todos hiciésemos algo a sus espaldas solo porque a él se le había antojado. Por suerte yo no cedí ante sus engañifas y acabé contando la verdad a este buen amigo y celebramos su cumpleaños con total normalidad y sin sorpresas.