Monólogo de Kike Cómico
Fui a ver a este artista emergente de la comedia barcelonesa y la verdad es que acabó siendo una experiencia nefasta. Durante todo su monólogo, el cómico se dedicó a interrumpirme, impidiendo que los demás espectadores escuchasen mi opinión sobre sus chistes, algunos de los cuales me parecieron de muy mal gusto. Solo por tener el micrófono ya se creía estar por encima de los demás. Menuda vergüenza.