El plátano de la Font de la Pineda es un árbol excepcional en todos los sentidos. Lo es por el tamaño de su tronco, con un perímetro cercano a los cinco metros, lo que lo sitúa entre los cinco mayores de Catalunya de su especie. Y también porque ha sido capaz de sobrevivir a las peores adversidades. En octubre de 1994, por ejemplo, una gran avenida en la riera de Tenes, que discurre a su lado, lo cubrió de agua hasta una altura de metro y medio. Y poco antes, como recuerda el profesor Martí Boada, se salvó de un incendio que afectó a los alrededores y de un gran vendaval que derribó varios pies cercanos.

Situado junto a una masía histórica reconvertida en restaurante, el árbol ha crecido encajonado entre la montaña y el cauce en un ambiente húmedo que ha favorecido su gran desarrollo. El acceso en coche está restringido. 

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