A las afueras del pueblo de Vila-sana (Pla d’Urgell), junto a las piscinas municipales, se alza un imponente plátano de sombra que destaca como un hito en el camino en el relieve monótonamente llano de la comarca, dominado casi en exclusiva por cultivos de frutales. Nada le hace sombra en muchos kilómetros a la redonda.

Los plátanos suelen alcanzar grandes dimensiones cuando disponen de un aporte garantizado de agua y no tienen competencia -en este caso, el árbol crece junto a una acequia-, pero pocos ejemplares en Catalunya alcanzan el tamaño de este ejemplar catalogado por la Generalitat (aunque le falta el cartel acreditativo): 5,02 metros de perímetro de tronco a la altura del pecho y unos 33 metros de altura. Vale la pena acercarse a verlo y, de paso, disfrutar de las 'coques de recapte' de Vila-sana y del recuperado Estany d’Ivars.

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