'Perturbada', la nueva película de Steven Soderbergh, es un 'thriller' psicológico protagonizado por una joven que quizá esté loca, un asesino en serie y una conspiración que implica a hospitales y aseguradoras. Pero el motivo por el que tanta gente lleva meses hablando de ella no es ese sino otro: fue grabada en su totalidad con un 'smartphone'; un iPhone 7 Plus, para ser más exactos. Soderbergh, es cierto, no es el primero que hace cine con ese dispositivo; lo que da significancia a su elección son, por un lado, sus credenciales de director 'mainstream' y, por otro, una trayectoria profesional que el estadounidense ha basado siempre en hacer lo que le daba la gana.

Durante tres décadas, Soderbergh ha mantenido una voluntad experimentadora sin parangón en los confines del cine popular. Ha difuminado las fronteras entre formatos y fórmulas, y ha abrazado innovaciones narrativas, tecnológicas y promocionales que ponían en cuestión el modo que las películas tienen de hacerse. Probablemente, el único reto que aún le falte ponerse a estas alturas es rodar con un brazo atado a la espalda.

VOCACIÓN 'INDIE'

Para repasar su historial, empecemos por el principio: 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' (1989), su ópera prima, y nada menos que la obra fundacional del cine independiente americano moderno. Gracias a ella, además, Soderbergh se convirtió en el ganador más joven de la historia de la Palma de Oro del Festival de Cannes.

Solo a alguien como él se le podía pasar por la cabeza que la mejor forma de usar el crédito otorgado por ese triunfo era estrenar 'Kafka' (1991), un 'biopic' rodado en blanco y negro que mezclaba datos reales de la vida del escritor checo con ficción y con virguerías surrealistas. La película fue un fracaso, claro. Y las que hizo justo después, 'El rey de la colina' (1993) y 'Bajos fondos' (1995), también.

Y, entonces, como reacción, ¿qué hizo él? Quizá su obra más marciana: 'Schizopolis', una comedia dadaísta narrada desde varios puntos de vista, carente de argumento y de sentido reconocibles. En la primera secuencia de la película, hablando directamente a cámara, él mismo le decía al espectador: "En caso de que algunas escenas le parezcan confusas, la culpa es de usted".

BAJO DEMANDA

Tras ser nominado al Oscar al Mejor Director dos veces en un mismo año por 'Erin Brokovich' (2000) y 'Traffic' (2000) -lo ganó por 'Traffic'- y de triunfar en taquilla con el 'remake' 'Ocean’s 11' (2001), Soderbergh decidió volver a territorios menos convencionales: estrenó 'Full frontal' (2002), que además de ser una película genuinamente inexplicable es una de las primeras cintas rodadas con una cámara digital que se estrenaron comercialmente.

También usó el vídeo para rodar 'Bubble' (2005), pero para entonces eso ya no era nuevo; lo innovador de aquel 'thriller' mayormente improvisado fue otra cosa: una década antes de que Netflix revolucionara el panorama cinematográfico, la película fue estrenada el mismo día en salas comerciales y en una plataforma de vídeo bajo demanda. Volvió a hacer lo mismo con 'The girlfriend experience' (2008), que por cierto estaba protagonizada por la actriz porno Sacha Grey. ¿Cuántas otras películas 'mainstream' dirigidas por un autor de prestigio mundial y protagonizadas por una estrella del porno en activo conoces?

DE LA PANTALLA A LA 'APP'

Tras unos años oficialmente retirado de la dirección cinematográfica -durante los que aun así dirigió cada episodio de las dos temporadas de 'The knick'- Soderbergh volvió más radical que nunca. Primero presentó 'La suerte de los Logan' (2017), un delicioso enredo criminal que literalmente produjo por sí solo: él se encargó de financiar la película, de cerrar los acuerdos de su distribución, de idear su campaña publicitaria y hasta de diseñar el cartel promocional. Solo unos meses después se sacó de la manga 'Mosaic', una serie diseñada para verse a través de una 'app'.

Y, con 'Perturbada', el director nos confirma que lo que le interesa ahora es la unión entre ficción y telefonía. Más le vale ir contratando un buen plan de datos.