El falso pimentero, conocido en sus tierras de origen de América como molle o aguaribay, recibe su curioso nombre porque sus frutos en forma de drupa de color rojo recuerdan a los de la pimienta y desprenden un aroma similar. Sin embargo, no tienen nada que ver. El falso pimentero, emparentado con nuestros pistacheros y lentiscos, es un árbol de follaje péndulo, como el del sauce llorón, y un rápido crecimiento, aunque no suele suele superar  los 10 metros de altura. El ejemplar del paseo de Maragall, en la plazoleta de Ferran i Clua, destaca por ser uno de los mayores de Barcelona (2,92 metros de perímetro) y por su silueta elegante, podado por abajo. Debido a su gran resistencia, es muy apreciado en jardines, pero se descarta como árbol de alineación en calles por el grosor de su tronco y porque las raíces tienden a elevar el suelo.

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