ECHAR RAÍCES

El pino de Viladric, en Castellar de la Ribera

En lugar de haber crecido esbelto, el viento le ha conferido unas formas caprichosas

El pino de Viladric. / A. MADRIDEJOS

El Pi de Viladric es un árbol extraordinario por sus dimensiones, pero muy particularmente por las caprichosas formas que le ha modelado el viento a lo largo de su existencia: en lugar de haber crecido esbelto, como es habitual en los pinos salgareños, tan habituales en la comarca del Solsonès, se trata de un árbol cuyo tronco se bifurca a baja altura en tres ramas tan gruesas que precisan de un apoyo de acero para no venirse abajo (una cuarta rama se cayó en el año 2008 y ahora permanece en el suelo con una placa identificativa).

Pinus nigra spp. salzmannii

El árbol, que se halla en un recodo de la carretera C-149 a ocho kilómetros de Solsona -es visible desde la calzada-, recibe también el nombre de Pino de la Báscula porque justo a su lado se encuentra una gran máquina de pesaje. Con un perímetro de tronco de 4,44 metros a la altura del pecho (1,30 m.), desde 1988 está catalogado como árbol monumental por la Generalitat de Catalunya.

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