Puede que alguien se haya topado con la plaza al admirar la fachada posterior del Mercado de Sarrià, puesto que frente a su estructura de ladrillos sale un pasadizo, no llega ni a calle, con una placa asombrosa: Plaça de Sant Gaietà.
Uno quiere saber cómo semejante pasaje tiene nombre de plaza y se adentra en él. Apenas diez metros de túnel del tiempo. Porque lo que el curioso halla es un patio interior lleno de tiestos, plantas y tranquilidad.
Sarrià-Sant Gervasi
Esta es una de las plazas menos conocidas de la ciudad: no tiene ni bancos, aunque sí vida vecinal