La Rambla, una antigua riera que acabó desecada con el crecimiento urbano y las nuevas murallas, fue el primer paseo de Barcelona que se benefició de un ajardinamiento con árboles. No hay muchos documentos al respecto, pero se sabe que a partir del siglo XVI hubo diversas plantaciones y que para ello se emplearon olmos, fresnos, álamos y robinias, a veces alternados.
Platanus x hispanica
Sin embargo, los primeros plátanos, hoy convertidos en un símbolo de la Rambla, no llegaron hasta bastante más tarde. Fue exactamente en 1859 cuando se decidió un cambio en la vía -un poco después se levantó la fuente de Canaletes- y se buscó una especie que diera más sombra a los paseantes. Los primeros ejemplares se trajeron del parque de la Devesa de Girona. Los 270 pies que hay actualmente están incluidos en el catálogo municipal de árboles de interés local.
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