Un capitel del siglo XII da la bienvenida en la galería Mayoral (Consell de Cent, 286). No es que la sala, especialista en arte moderno, se haya pasado al románico, no. Es una declaración de intenciones, o de ideas. Es la constatación de que la dualidad de la imagen y la presencia de lo onírico y lo fantástico están presentes en el mundo del arte desde hace siglos. No en vano, el capitel visto de frente es un animal fantástico; si se mira de perfil es el mismísimo demonio.
'Personnages surréalistes' (1937), un espectacular óleo de Óscar Domínguez.
De ahí parte, de la edad media, y arriba hasta la actualidad, el ensayo 'El espacio de los sueños' que Vicenç Altaió ha escrito como parte de la exposición que despliega la sala. Aunque las piezas expuestas se ciñen, capitel al margen, a un periodo más concreto: artistas del siglo XX que han tratado el tema de los sueños en sus obras; léase Dalí, Miró, Magritte, Chagall, Calder, Ponç, Tàpies, Brossa...
'O d'Ouera' (1969), uno de los poemas objeto de Joan Brossa.
Sueños y dualidad, y también otra realidad: la que buscaban los surrealistas para huir de la que tenían. Unos, como Dalí, representando sus sueños, y otros, como Miró, que afirmaba no soñar, utilizando los mecanismos del sueño para crear su particular lenguaje. Obligado soñar, hasta el 5 de enero.
Proyecto para el libro 'El vol de l'alosa', pieza realizada por Joan Miró en 1973.
'Rinoceronte en disgregación' (1950), pieza del periodo místico de Salvador Dalí.
'Le Christ bleu aux fleurs' (1950), de Marc Chagall.
René Magritte plasmó este árbol con forma de hoja en 1948.