Durante la mayor parte del año, las parkinsonias de la plaza de la Universitat, en Barcelona, son unos árboles discretos y de bajo porte que pasan inadvertidos para los miles de turistas y estudiantes que transitan por la zona. Sin embargo, todo cambia a finales de junio, cuando empiezan a brotar las flores y entonces la plaza se inunda de color amarillo y una agradable fragancia.

Las parkinsonias, que se caracterizan también por su tronco con espinas, así como por su gran resistencia a la sequía y la salinidad, son muy apreciadas como árbol ornamental en ciudades -en Barcelona se contabilizan medio millar de ejemplares-, pero en algunas regiones del mundo se han convertirdo en una peligrosa especie invasora al asilvestrarse en el medio natural. En Australia se extiende actualmente por una superficie de 8.000 kilómetros cuadrados.