Es como si te hubieras colado sin querer en 'El resplandor': cada dos minutos te topas con un par de gemelas vestidas igual mirándote. Te entran ganas de pedir un whisky (doble, claro) para compensar la visión etílica. Uno, dos… 16 pares de gemelos se van sentando en dos mesas del restaurante Libertine de Casa Bonay. ¿La primera impresión? Que aquí se pierde menos el tiempo haciéndose selfis: se echan fotos dos desconocidos y sirven para cuatro.

Esto es 'Face to Face Vol. II'. Versión (gemela, claro) de la fiesta-performance que reunió en 1986 a más de 60 pares de gemelos en El Internacional Tapas Bar & Restaurant de Nueva York, experimento gastroartístico de Antoni Miralda y Montse Guillén.

El artista y la cocinera volvieron a ejercer aquí de matrimonio anfitrión con el mismo «look gemelo univitelino», que es lo que marcaba el 'dress code'. La nueva fiesta doble -proyecto de Miralda, Casa Bonay y la agencia Soon in Tokyo- sirvió platos con efecto espejo y dobles sabores. Reinterpretó el menú original el chef del Libertine, Estanis Carenzo. Consiguió que los comensales salivaran también en formato 2x1: anchoa cántabra + boquerón andaluz; sopa verde de guisantes + sopa verde de brócoli y kale; dos mitades de huevos rellenos de huevos. La cena se cerró con espejismo de postre: medio corazón de bizcocho en un plato donde se reflejaba el otro medio. Ooooh.

Entre los invitados dobles, estaban «los maridos del Sónar»: Quim y Carles Font, protagonistas de la boda de gemelos que montó el festival para su campaña del 2015. Sus mujeres de la vida real, por cierto, se llaman Silvia las dos. Como la mayoría de los presentes, uno aprobó Matemáticas en junio y en septiembre. ¿El último mosqueo que han provocado? En la maratón de Tarragona, cuentan, un tipo se cabreó al adelantar a uno de ellos. «¡¡¡Pero si te acabo de pasar hace tres kilómetros!!!».

CONFESIONES A DOS VOCES

Todos se hacían fotos compulsivamente. Para la mayoría -menos para los de la boda del Sónar- era la primera vez que estaban entre tantos iguales. Las confesiones a dos voces incluyeron hasta un «perdimos la virginidad el mismo día». «No con el mismo», aclararon estas gemelas que luego suplicarían por favor que no aparecieran sus nombres.

María y Hanna -Marijuana, las llaman cuando no saben quién es quién- no solo hablan en sueños, ellas los comparten, juran. Tienen una firma donde también se ve doble: Shoot The Twin. Hacen fotos y ropa para gemelos.

Tras la cena, hubo flamenquito por dos: al micro, Francisco y Nicolás, Los Gemelos -así se hacen llamar aunque son mellizos- que pasaron por 'Got talent'. A la fiesta se sumaron más gemelos 'fake': misma ropa, distinto ADN y parecidos menos razonables cuanto más pasaban las horas y las copas. Una de las últimas imágenes que dejó la noche de los clones: dos mujeres con regaderas -calcadas, eso sí- en la cabeza.

«Esto es una reactivación», prometía Miralda. Y tiene razón: El Internacional está resucitando por partes a raíz de la exposición del Macba 'Miralda Madeinusa'. Hace un mes se presentó el libro 'El Internacional (1984-1986)' y Casa Bonay ha incluido las lentejas de la suerte de Montse en la carta del Libertine.