«Partiendo de la base de que soy del Maresme, de Mataró de toda la vida, capgròs, y que además vivo desde hace muchos años en Caldetes, y que no resido ni hago vida en Barcelona, podría decirte que no sabría qué conservar en el museo imaginario de 'On Barcelona'. Pero sí tengo algo que conservar: El Capitol. Es lo que me une a la ciudad.
Son muchas las razones por las que escojo este teatro. Primero, porque para mí, a nivel profesional, significa mucho: allí estrené 'I ara, què?' hace cinco años, una obra en la que me ponía en la piel de 60 personajes a lo largo de una hora y media de espectáculo para demostrar que había vida más allá de Pep Guardiola, al que imitaba en 'Crackòvia'. Lo estrené en la sala Rubianes. Por eso para mí es importante el Capitol. Porque está focalizado en el mundo del humor, ofreciendo monólogos y comedias.
LA SALA PEPE RUBIANES
Pero también por lo que representa para mí y para mi profesión Pepe Rubianes, uno de los grandes referentes. Tengo muchos, será por eso que soy imitador, pero Rubianes era Rubianes. Ya me gustaría tener una sala a mi nombre como él, sería todo un honor, pero no me la merezco.
Otra razón por la que elijo el Capitol es su entorno: la vecina plaza de Catalunya y la fuente de Canaletes. Recuerdo momentos de mi infancia con mis abuelos, cuando llegábamos allí desde Mataró en plan excursión y dábamos de comer a las palomas, como si fuera una gran aventura. Y la fuente de Canaletes fue el lugar donde hice una conexión en directo imitando al periodista Lluís Canut en una 'diada' de Sant Jordi en la que el Barça perdió una semifinal contra el Real Madrid en el Camp Nou. Conectaba y no había nadie y yo hacía ver que había mucha gente».