Guerra en el Este de Europa

Robles defiende seguir ayudando a Ucrania: "Queremos la paz justa, no la de los cementerios"

Margarita Robles, ministra de Defensa, durante una comisión en el Congreso de los Diputados. / José Luis Roca

Juan José Fernández

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"Lo que hará la administración Trump es una incógnita, pero nos parece importante que Europa, que no debe tener complejos, debe permanecer unida", ha dicho la ministra de Defensa, Margarita Robles, este miércoles ante la Comisión de Defensa del Congreso. Y con ello ha resumido una posición europea mantenida 24 horas antes, en el día 1.000 de la guerra, entre Rusia y los nuevos Estados Unidos, entre el permiso norteamericano a Ucrania para atacar en objetivos rusos en profundidad y la respuesta del Kremlin con una renovada amenaza nuclear.

Han menudeado en la comisión las preguntas por la nueva situación de peligro creada por la anuencia de Joe Biden a Kiev para el uso de misiles de largo alcance y la apertura rusa a utilizar su arsenal atómico, o sea, "el cambio de rasante", como lo ha calificado el abertzale Jon Iñarritu recogiendo una teoría geoestratégica. Y a todas ha contestado Robles con dos argumentos: el primero, que España no está en esa posición americana, pues el material que ha cedido a Ucrania ni llega ni sirve para esos ataques en profundidad; y el segundo, que Europa ha de mantener su ayuda a Ucrania con unidad, pese a reconocer la grieta cada vez más visible que supone la desafección de Hungría y el también cada vez más visible "agotamiento de la población civil ucraniana".

La ministra ha descrito el permiso Biden como "una decisión soberana de Estados Unidos" en el marco de su relación bilateral con Ucrania, y que "no forma parte del paquete OTAN". Ha reconocido el "verdadero pavor" que supone "un ataque de Rusia, que puede ser nuclear", pero en la UE, "todos los ministros de Defensa, con la excepción de Hungría, teniamos muy claro que debemos seguir". Al menos seguir hasta alcanzar un alto el fuego que, para el Gobierno de España, ha de basarse en el plan de victoria del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski: "Queremos la paz justa, no la de los cementerios", ha resumido Robles.

Conflicto global

Ante el agravamiento de la tensión bélica, Robles ha vuelto al argumento inicial de implicación española en el apoyo a Ucrania: "Aquí hay un único responsable, Putin, que vulnera toda las normas del Derecho Internacional y Humanitario, que invadió un país libre y soberano, con lo que eso supone en lo territorial, pero también en los valores que manejamos los europeos -ha explicado-. Aquí no cabe ninguna equidistancia".

La ministra de Defensa ha expuesto que Moscú "está reclutando a su propia gente, y están muriendo muchos, en unas condiciones oscurantistas, de silencio, a gente de Siberia, de lugares lejanos, que no pueden formular ninguna queja o, si la formulan, ya sabemos cómo se incrementan los suicidios..." La titular de Defensa ha citado también la incorporación de soldados norcoreanos a las ofensivas rusas, recordando que hace un día ha dicho lo mismo que el nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte: "La intervención de Corea del Norte supone que ya no es un escenario europeo, sino un escenario global"

Esa implicación militar de Pyongyang, "pone de manifiesto los vínculos de Corea del Norte, Rusia e Irán", una entente ante la que "debemos seguir apoyando a Ucrania. Nos jugamos mucho, porque en este momento hay un eje que supone una amenaza para la estabilidad".

"Tenemos que tener muy claro quién es el agresor", ha recalcado Robles, para quien "si esta guerra ha durado 1.000 días, si Putin no consiguió su objetivo de conquistar Kiev en una semana, ha sido por la unidad de los países de la UE y del bloque transatlántico".

Ayuda a Ucrania

En el debate ha caído un dato, antes de que llovieran otros: de 1.000 millones de euros comprometidos por Pedro Sánchez con Zelenski en el Acuerdo Bilateral de Seguridad del pasado 27 de mayo, "ya hemos enviado el equivalente a 600 millones y nos quedan 300 millones"... que quizá se materialicen en carros de combate y misiles Patriot.

Ya están preparándose, de hecho, nueve carros de combate Leopard más para entregar a Ucrania, y una batería española de misiles antiaéreos Hawk con la que se formaron soldados ucranianos está ya en Polonia y entrará en territorio de Ucrania el próximo día 24.

Desgranando la ayuda a Kiev, Robles se ha referido también a la misión EUMAM de adiestramiento de tropas ucranianas cuando, tras el día 1.000 de la guerra, son ya 5.965 los reclutas de las Fuerzas de Defensa de Ucrania los que han pasado por diversas bases militares españolas. Ese contingente ha recibido instrucción en más de 120 módulos de entrenamiento, en un total de 21 especialidades diferentes, de las que Robles ha subrayado la importancia de aprender a manejar las baterías de defensa antiaérea y el manejo de los misiles antimisil Patriot.

La ministra ha relatado que esos alumnos entrenados en Toledo, El Retín o Sant Climent Sescebes son gente joven o de hasta 60 años, que no ha tenido contacto con ninguna actuación militar. "Muchos de ellos no van a volver. El agradecimiento que muestran francamente nos conmueve", ha comentado.

Al hilo de la ayuda militar a Kiev, ha salido el asunto del desabastecimiento generalizado, la carestía del armamento en Europa. Ha contado Robles un ejemplo. España tiene acordada con Estados Unidos la compra de cuatro baterías Patriot para añadir al sistema de defensa antiaérea, pero los fabricantes, Lokheed y Raytheon, no podrán servirlas hasta 2027, "porque la prioridad es Ucrania".

Disuadir a Rusia

En el marco del esfuerzo militar occidental para disuadir a Rusia en el este de Europa, España tiene ya desplegados en tierra a un total de 1.347 efectivos militares en tierra, que operan en tres escenarios: Letonia, Eslovaquia y Rumanía. Es prácticamente uno de cada diez soldados enviados al exterior a lo largo de todo el año.

En Letonia, en el marco de la operación Presencia Avanzada Reforzada, 541 militares bajo liderazgo de Canadá. En Rumanía, un subgrupo táctico de Infantería de Marina, 206 soldados, bajo liderazgo de Francia. Y en Eslovaquia, en la brigada OTAN liderada por España, 841 efectivos.

No incluye este recuento las misiones aéreas y navales. España ha participado este año con el Destacamento Aéreo Táctico Vilkas con ocho cazas F-18 y 150 militares. En Rumanía, el destacamento aéreo Paznic mueve otros ocho F-18 y 148 efectivos.

Hay además baterías Nasams españolas de defensa antiaérea en Estonia y Letonia (189 militares en total) y un radar de vigilancia antiaérea en Rumaníaacon 39 servidores.

En el mar, España participa en las agrupaciones navales permanentes de la OTAN. En el primer semestre del año, España mandó la Agrupación 1 con las fragatas Juan de Borbón y Cristóbal Colón, los cazaminas Segura y Tajo y el buque de aprovisionamiento en combate Cantabria.

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El coste total de este despliegue asciende este año a 766 millones de euros. Es solo la parte derivada de la guerra en Europa para el despliegue, en 2024, de un total de 15.108 militares de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil en 17 misiones en el exterior.

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