Congreso en Calella

Borràs se despide del mando de Junts por "lealtad" a sí misma y entre críticas al mundo político

Auge y caída de Laura Borràs: de la presidencia de Junts a quedar relegada en la fundación

Puigdemont se rearma en Junts para confrontar con Illa y negociar con el PSOE

Las claves de la nueva hoja de ruta de Junts: políticas migratorias, menos impuestos y negociación con el PSOE

Congreso de Junts, en directo: última hora de Carles Puigdemont y el partido en Calella

La hasta ahora presidenta de Junts, Laura Borràs, en el congreso de Junts / Mariona Puig / ACN

Carlota Camps

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Dos años después de que Laura Borràs y Jordi Turull asumieran conjuntamente el mando de Junts, tras un pacto entre los dos para evitar una ruptura interna, se consuma el divorcio. De puertas adentro no era ningún secreto la poca sintonía y coordinación entre ellos y la pérdida de poder de la hasta ahora presidenta del partido, pero el congreso que ha dado el pistoletazo de salida este viernes en Calella -y que se alargará hasta el domingo- lo ha oficializado.

Borràs se marcha asegurando que lo hace por "lealtad" a sí misma y por "coherencia personal y política", y lanzando críticas al "oscuro mundo de la política". En su último discurso como jefa de filas, ha reconocido que era una "anomalía" que el expresident Carles Puigdemont fuera "el presidente de Junts sin serlo" y ha dicho que su intención nunca ha sido sustituirle.

Pero en política tan importante son las palabras como los gestos. A pesar de que en las últimas semanas se había intentado hacer calar la idea de que Borràs no daba ningún paso al lado y que seguiría dentro la cúpula del partido, la brecha entre ella y la nueva cúpula confeccionada a dedo por Puigdemont se ha hecho evidente antes incluso de que comenzara el cónclave.

Turull, que seguirá al frente de la organización como secretario general, entraba en la Fàbrica Llobet-Guri acompañado de los principales dirigentes de la nueva cúpula de Junts: Antoni Castellà, Míriam Nogueras, Josep Rius, Mònica Sales, Judith Toronjo y Pilar Calvo. También les acompañaba, aunque no formará parte de la ejecutiva por su papel institucional, el presidente del Parlament, Josep Rull. No estaba, en cambio, Borràs. La todavía presidenta del partido ha llegado un poco antes, rodeada por su núcleo de confianza -Francesc de Dalmases y David Torrents- y esbozando una sonrisa, a pesar de que el encuentro en esta localidad del Maresme será recordado como el de su adiós. Dos años después del congreso de Argelers, ni ella ni sus afines tendrán puestos destacados en la organización. Turull ha ganado el pulso y Puigdemont la ha apartado.

Sin embargo, tendrá un papel. A partir del domingo, con la ratificación del expresident como líder orgánico de Junts, Borràs será propuesta para liderar la fundación FunDem, el 'think tank' de Demòcrates que ahora pasará a ser el órgano de pensamiento de Junts tras la confluencia entre ambas formaciones. "Tengo ganas de sentirme más libre", ha subrayado, al tiempo que se ha declarado con "fuerza" y "ganas" de hacer "aportaciones para la independencia de Catalunya". "Después de todo lo que el Estado se ha esforzado en apartarme, podría ser leído como que me rindo", ha declarado, el mismo día en que ha pedido que se le aplique la amnistía a su condena por prevaricación y falsedad documental.

Pero a pesar de las críticas veladas a los que considera que le han entorpecido su camino, también ha querido reconocer "errores" y pedir "disculpas" por ellos, y ha deslizado que su voluntad ha sido siempre "hacer política de otra forma" y escuchar a "todo el mundo".

El fin de la etapa de Borràs al frente de Junts certifica también el cambio estratégico del partido, centrado ahora en organizarse internamente y no en la voluntad de ser un 'movimiento', como intentó después de 2017. Pero es también un fin de ciclo simbólico, porque supone la caída de la que fue bautizada como 'la hija del 1-O' y que las prioridades de Puigdemont son otras: confrontar con Illa y negociar con el PSOE, de tú a tú.

La "ofensiva" de Turull

Precisamente, Turull ha querido aprovechar la puesta en marcha del congreso para revinidicar un partido "más fuerte y organizado" y para pedir que el cónclave suponga un "punto de inflexión". "Hoy empieza la ofensiva, el duelo ha terminado", ha exclamado. Así, ha fijado como objetivo crear una "alternativa al Govern de la resignación y la anestesia, que nunca planta cara en Madrid" y ha apostado por "mantener la determinación" para conseguir la independencia. "No se trata de volver a hacerlo, se trata de acabar de hacerlo", ha rematado.

Durante el resumen de su informe de gestión, que se ha aprobado por unanimidad, Turull ha defendido las virtudes de la decisión de salir del Govern de Pere Aragonès en octubre de 2022 -a pesar de reconocer que fue una decisión "complicada" y que "muchos" lo vivieron con dolor-, y ha puesto en valor la negociación con los socialistas. "Hacemos posible lo que nos decían que era imposible", ha aseverado, tras recordar que ahora se puede hablar en catalán en el Congreso de los Diputados o que hay una negociación en marcha con un mediador en Suiza. También ha destacado los resultados de las elecciones municipales, aunque ha admitido que la gestión de los pactos posteriores les perjudicaron: en Barcelona, por un acuerdo entre PSC, Comuns y PP; y en las diputaciones, por el pacto entre republicanos y socialistas.

La nueva hoja de ruta

Este congreso no busca solo renovar los liderazgos, sino que también aspira a actualizar la hoja ruta del partido. Más allá de afianzar la negociación con el PSOE, Junts buscará definir una nueva posición en cuestiones como el fenómeno migratorio o la seguridad, además de definir su postura sobre la problemática de la vivienda o la política fiscal.

Pulsa para ver más contenido para ti

La reunión se ha iniciado con 354 enmiendas vivas sobre la mesa, la mayor parte de ellas vinculadas a la ponencia organizativa, que estipula la normativa interna del partido y fija las normas para la elección de cargos. Sin embargo, a última hora de la noche ya fueron tumbadas por una mayoría muy amplia las más significativas, como la que pedía que la elección de los cargos de la dirección fuera con listas abiertas, para poder emitir votos de castigo. También la que reclamaba volver a introducir la obligación de llevar seis meses como militante para aspirar a algún cargo y la que quería vetar la doble militancia. Estos dos últimos puntos eran claves para la elección de algunos de los miembros de la nueva dirección como Castellà.

Pulsa para ver más contenido para ti