El exministro y expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana se sentó ayer durante tres horas y media en el banquillo para responder a la acusación de la Fiscalía Anticorrupción de su presunta pertenencia a un grupo criminal, blanqueo de capitales, cohecho, prevaricación y falsedad documental. Era la primera vez que aceptaba responder sobre el caso Erial desde que fue detenido el 22 de mayo de 2018. Hace seis años se acogió a su derecho a no declarar y desde entonces ha eludido ofrecer su versión de los indicios recabados por la UCO de la Guardia Civil, la Fiscalía Anticorrupción y la magistrada del Juzgado de Instrucción 8 de València.
Caso Erial
Zaplana deriva a los testaferros las tramas investigadas y solo admite el papel de mediador
El exministro carga las tintas en su amigo Joaquín Barceló, propietarios de todas las sociedades investigadas y en el abogado Fernando Belhot, que lo delató y entregó 6,7 millones a la justicia
Zaplana durante su declaración en el juicio del caso Erial. Detrás lo escuchan de izquierda a derecha: Juan Francisco García, Francisco Grau, Joaquín Barceló Pachano y Francisco Pérez el Gasofa, entre otros. /
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