Junts avala el fichaje de Anna Navarro a la espera de que Puigdemont decida el futuro de Rull, Erra y Giró

Junts per Catalunya ha celebrado el fichaje de la directiva Anna Navarro como 'número dos' de Carles Puigdemont en la candidatura personalista del 'expresident' para las elecciones del 12-M. Los chats internos subrayan el curriculum profesional de Navarro, especializada en gestión de firmas tecnológicas en un contexto de globalización. Su perfil, destacan, servirá para dar más grueso a la promesa de un Govern eficaz. Con todo, los sectores más progresistas de JxCat no dejan de constatar que se trata de una figura de tendencia ideológica liberal y el partido espera con grandes interrogantes cómo quedarán otras figuras destacadas, como los 'exconsellers' Josep Rull y Jaume Giró, entre otros. Navarro responde a dos objetivos. El primero, el de Puigdemont de confeccionar una lista que vaya más allá de los dirigentes de Junts. Que se abra a la sociedad civil para tratar de ofrecer la idea de que Junts agrupa a todas las sensibilidades en torno a la idea de la independencia de Catalunya. La fórmula ya la puso en práctica cuando encabezó la candidatura de 2017 y apartó indisimuladamente a los dirigentes procedentes de Convergència en favor de personas ajenas a la vida de partido y procedentes de diversos sectores socioeconómicos. No solo independentismo El segundo objetivo es el de subrayar un aspecto que muchos en Junts creen clave de cara al 12-M: la propuesta programática para el futuro de Catalunya, la promesa de una mejor gestión al frente del Govern. La agenda de Puigdemont está centrada sin duda en el 'procés' y en lograr un referéndum pactado con el Estado. Pero muchos dirigentes trabajan en Junts desde hace semanas en la elaboración de un programa de gestión respecto a preocupaciones básicas de la ciudadanía catanala. Navarro responde al perfil de una profesional con la etiqueta de eficacia, galardonada y con experiencia internacional. El consejo interno, que en el caso de la conferencia de Elna no fue muy seguido por parte de Puigdemont, es que se debe combinar el doble discurso de la épica independentista y de la buena gestión mientras esta desconexión no llega. Con todo, las voces más socialdemócratas de Junts asumen que la incorporación de Navarro refuerza el ala liberal del partido, que acoge su incorporación con los brazos abiertos. El encaje de bolillos Pero el fichaje de la empresaria catalana de Sillicon Valley no resuelve las incógnitas de la lista de Junts, sino que las hace algo más complejas. Por ejemplo, la candidata 'oficial' para ocupar el número dos de la lista era la presidenta del Parlament, Anna Erra, que ahora quedará desplazada de la lista. No se sabe hasta qué lugar. A partir de ahí, también es una incógnita el papel y relevancia que se dé a figuras del partido con carga ideológica y cuya figura representa una determinada sensibilidad. Dado que el secretario general del partido, Jordi Turull, no puede ser elegido por la sentencia del 'procés', a la espera de la amnistía, el dirigente más bien situado es el 'exconseller' Josep Rull, presidente del consejo nacional de Junts, que fue encarcelado por la sentencia del Supremo sobre el 'procés' y posteriormente indultado. Rull es una figura que genera consenso y que incluso podría ocupar la candidatura a la presidencia si Junts obtiene una mayoría de apoyos, pero finalmente Puigdemont no llegará a tiempo porque la amnistía no es un hecho consumado. Se prevé que Rull ocupe un lugar destacado en la lista del 'expresident'. Los fieles a la presidenta del partido, Laura Borràs, también están a la espera. Es una incógnita saber si Francesc de Dalmases o Aurora Madaula ocupan puestos destacables en la candidatura de Puigdemont, dado que Borràs fue condenada a cuatro años y medio de cárcel por amañar contratos cuando presidía la Institució de les Lleltres Catalanes (ILC). Candidatura personalista Y en un sentido opuesto en cuanto al perfil soberanista e ideológico se sitúa el 'exconseller' de Economía, Jaume Giró. Giró ha explorado durante meses sus posibilidades de optar a la presidencia de la Generalitat, peinando el territorio y tomando el pulso a las bases. Al presentarse Puigdemont, las primarias eran inviables. Ahora Giró está a la espera de ver su encaje, en especial tras el fichaje de Navarro como número dos. El 'exconseller' cada vez esconde menos que su visión de futuro de Junts dista mucho de la de los sectores más radicales. Él apuesta por centrarse en la reclamación de un nuevo pacto fiscal, por eludir la retórica unilateralista y ofrecer una propuesta de centro ideológico. Cuenta con apoyos internos, pero su situación es la misma que la de todos los sectores ideológicos, territoriales y los diferentes dirigentes de la ejecutiva. Todos están en manos de la decisión personal de Puigdemont en una candidatura personalista en la que se incorporarán a los perfiles de la máxima confianza del 'expresident'.

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