Musk, Orban, Putin, el trumpismo… Todos los amigos extranjeros de los escraches de Ferraz

Puede que la campaña de escraches contra la amnistía en la calle Ferraz de Madrid organizada por Vox y sus juventudes alcanzara su pico de popularidad internacional cuando Elon Musk, el dueño de Tesla y de la antigua Twitter (hoy X), emitió un breve tuit: “Wow”. Una palabra de solo tres letras para 168,1 millones de seguidores. Con esa admiración comentó el magnate americano un breve post del activista sueco Peter Sweden. Cronista y difusor de todo tipo de protestas conservadoras, anti UE y anti agenda 2030, Sweden agarró la noche del 21 de noviembre unas imágenes de móvil tomadas en la concentración ante la sede federal del PSOE y emitió un corte de 20 segundos contando: “La gente de España protestando contra el socialismo por decimoctava noche seguida. Los medios continúan ignorando esto”. Y entonces Elon Musk respondió: “Wow”. Tres semanas después, el multimillonario californiano saludaba al líder de Vox, Santiago Abascal, ambos invitados en la carpa VIP de Atreju 2023, la concentración de juventudes ultraderechistas organizada en Roma por Fratelli d’Italia, el partido de la mandataria neofascista Giorgia Meloni. La sucesión de escraches que culmina ahora con una denuncia del PSOE en fiscalía por el apaleo de una caricatura de Pedro Sánchez no acababa en la calle Ferraz. Se ha ido desarrollando, y menguando, mientras sus convocantes desplegaban una estrategia para dar repercusión internacional a su protesta. El objetivo ha sido convertir las algaradas contra la amnistía en parte de una cadena de manifestaciones de descontento ultra en Europa que fuentes de la Seguridad del Estado creen que se extenderá hasta las elecciones europeas. National November Noviembre Nacional era National November en las ilustraciones de propaganda de Revuelta, la rama juvenil de Vox, aprovechando las violentas protestas de ultras irlandeses en Dublín el 24 de noviembre y noches sucesivas. La chispa fue el apuñalamiento de tres niños y dos adultos a la puerta de un colegio, atribuyéndose la autoría a un extranjero musulmán. “Pediremos respaldo a nuestros colegas de otras naciones, respaldo que no dudamos en tener”, dijo Abascal en rueda de prensa en Estrasburgo dos días antes, en el prólogo del debate de la eurocámara sobre “el golpe de Sánchez contra la Constitución, la nación y el Estado”. Por entonces, entre las webTV y podcasts de la extrema derecha destacaba una emisión del blog La Voz de Europa, uno en el enjambre de terminales de propaganda ultra, sobre protestas en España, Irlanda y Francia bajo el título “Europa, lista para el combate”. No hay fecha clara de arranque de la campaña para darle un barniz internacional a la salida a la calle de Vox. En Madrid, en la segunda semana de noviembre ya habían empezado a hacerse presentes algunos modestos activistas y blogueros de la ultraderecha francesa e italiana, como Aldo Rossi o Raphaël Ayma, haciendo turismo político. Pero eso fue antes de que Vox le grabara a su diputado José María Figaredo un mensaje dirigido al exterior en inglés y en francés sobre “Qué está pasando en España”. “Sánchez démantéle la séparation des pouvoirs, l’etat de droit et la Constitution espagnole”, denunciaba el 13 de noviembre. Hermanamientos En las noches de Ferraz, que ahora apenas reúnen a un centenar de personas, entonces coincidían los jóvenes de Vox, jubilados del PP y también skins y falangistas. Pero la campaña, supuestamente, se ha desarrollado al margen de actos de extrema derecha como la Cena de las Patrias, en la que, en un restaurante de Madrid, la Falange fue anfitriona de representantes de partidos hermanados en la APF (Alianza por la Paz y la Libertad, en español), como los Forza Nuova y Fiamma Tricolore italianos o el Frente Nacional francés. Fue el 17 de noviembre. Esa noche fue de las más tensas en el escrache de Ferraz. Vox, como aglutinador principal de la ultraderecha en España, intensifica sus relaciones internacionales desde que apareció en el Parlamento Europeo. La cadena de apoyos a la difusión de las algaradas antiamnistía son parte de la lógica de colaboración de la formación con otros partidos de Europa. Y no nace con la ley de amnnistía, ni tampoco con la cumbre de Madrid de enero de 2022, en la que Vox fue anfitrión de partidos ultraconservadores europeos. Uuna de las fechas fundacionales de esa conexión es el 3 de diciembre de 2021, día del viaje en el que el dirigente catalán de la formación Jorge Buxadé hizo de introductor de embajadores a Santiago Abascal ante el entonces primer ministro Mateusz Morawiecki. El dirigente ultraconservador polaco estaba comprometido con el proyecto encabezado por el premier húngaro Viktor Orban para crear una alianza ultra continental que robe votos al Partido Popular Europeo. Buxadé lanzó un tuit aquel 3 de diciembre. Como ilustración, una foto de él mismo y Abascal en un bus urbano polaco. Comentario: “Ya en Varsovia. Se vienen cositas…”. Telepredicadores Tras los primeros 14 días de disturbios ante la sede federal socialista quedó abierta la incógnita sobre quién había financiado la inesperada y sorprendente aparición de Tucker Carlson en plena calle Ferraz. El rey norteamericano del bulo desestabilizador, condenado y despedido de la muy conservadora FoxTV por difundir mentiras trumpistas sobre el recuento electoral en Estados Unidos, fichaje frustrado de la televisión rusa, vino a Madrid el 13 de noviembre para asistir a uno de los escraches. En sus espacios de difusión televisivos y de redes comentó Carlson que España es vanguardia de una reacción mundial contra las élites. Luego entrevistó a Santiago Abascal, “uno de los pocos que se oponen al descenso de España a la tiranía”, con 10,6 millones de visitas a ese contenido. Más recientemente, en la retransmisión en directo de la concentración Uvas en Ferraz, la misma noche en que fue apaleado el muñeco Sánchez se hizo oír la voz de Tucker Carlson de pie entre los manifestantes de Ferraz. “El mundo no ha visto con claridad que lo que ocurre aquí estos días es muy importante. Espero cambiar eso”, prometió. Carlson no ha sido el único de los grandes propagandistas de la internacional ultra que han dado apoyo y difusión a los escraches. El 6 de diciembre pasado, se sumaba al repique de campanas Jack Posobiec en la red social X: “Cientos de católicos se reúnen para rezar públicamente el Rosario desafiando la represión del gobierno socialista de España contra los rezos públicos”, contó. Ya no se trata de pequeños activistas de extrema derecha venidos desde Europa como turistas políticos para apoyar, exagerar y tergiversar sobre la revuelta de Revuelta. Carlson y Posobiec son proselitistas de la llamada Alt Right -movimiento ultraconservador brotado en Estados Unidos- con millones de seguidores y potentes apoyos financieros. Posobiec es uno de los influencers más destacados de la ultraderecha norteamericana, con 2,4 millones de seguidores solo en X, y millones en Youtube y otras redes. Carlson tiene un colectivo de 11,1 millones de seguidores. El neoderechismo de ambos no tiene complejos. El 28 de diciembre Posobiec dedicó al general Franco un capítulo de su podcast “Crónicas de la revolución”. Con ese contenido ha terciado en un debate que fue tendencia en diciembre entre los ultras estadounidenses, que rehabilitan la figura del dictador. Posobiec titula su aportación “La última cruzada; la Guerra Civil española”, y este es su planteamiento: “Todo lo que le contaron sobre la guerra civil española era una mentira. Franco salvó a España y luchó por Cristo”. Desde el este Con tanta interconexión, no es extraño que en la noche en que se apaleó al muñeco Sánchez, durante el festejo Uvas en Ferraz, se moviera entre la gente una cámara de Visegrad24. Se trata de una agencia de la ultraderecha polaca, faro de contenidos online de las corrientes reaccionarias europeas. “En el 55º día de protestas antiseparatistas en España, los medios internacionales todavía se niegan a cubrir la historia”, denunció esta nochevieja. La campaña de Vox ha atraído el apoyo de la Organización Juvenil Polaca, federación ultraconservadora que, el 25 de noviembre, difundió un cartel con escenas de protestas en España, Irlanda, Polonia y Francia plantándoles encima un solo lema: “Noviembre Nacional, Neithional Novembah, Narodowy Listopad, Novembre National”. En Uvas en Ferraz además difundía en directo imágenes del muñeco colgante Remix, otra plataforma online del aparato europeo de propaganda ultra, esta de la órbita del gobierno húngaro de Orban. Pese a su menguante evolución, los escraches de Ferraz también han merecido la atención de medios de la órbita del Kremlin, y con diferentes grados de intesificación de su gravedad. La red social rusa VK, por ejemplo, emitió las manifestaciones en directo en los días más tensos bajo el título general “Ispaniya protest”, dejando los comentarios a sus usuarios, pero dándole el tratamiento de acontecimiento especial. Russia Today (RT), canal censurado en la UE desde el ataque de Rusia a Ucrania por difundir bulos desestabilizadores, se las ha ingeniado para aparecer informando sobre Ferraz ante los españoles a través del blog Geoestrategia, publicación proKremlin, apoyada por la embajada y otras entidades rusas en España, seguidora de los postulados nacionalistas de Alexander Duguin, ideólogo de cabecera de Vladimir Putin. Para sortear el bloqueo en España, el canal ruso distribuye un programa informático gratuito y transmite online con una VPN asiática. En ese blog se han publicado visiones de las algaradas de Ferraz más duras incluso que las de los propios ultras que protestaban contra los antidisturbios. Según su relato, lo que ha estado ocurriendo en Madrid es “represión indiscriminada” con “detenciones arbitrarias” del “gorilato” policial. En esencia, la “salvaje represión en Madrid”.

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