Aragonès aterriza en Corea del Sur para estrechar los vínculos de la Generalitat con Asia

Pere Aragonès llevaba hasta ahora 68.000 kilómetros, 19 viajes y 14 países visitados como presidente de la Generalitat y esta semana podrá añadir otros 20.000 kilómetros con uno de sus desplazamientos más singulares desde que llegó a la Presidencia hace dos años y medio. Este domingo ha aterrizado en Seúl (Corea del Sur), su primer viaje a Asia como presidente, con el objetivo de expandir Catalunya económica e institucionalmente por este continente. Por la parte institucional, esta expansión se materializará con la apertura este lunes de una delegación de la Generalitat en el capital coreana, la primera de toda su historia en el continente. No será la última. El Govern también prepara la puesta en marcha de una segunda 'embajada' en Japón. Con estas aperturas, la Generalitat tendrá 21 sedes en el extranjero, casi todas abiertas a partir del 2018 porque en el año anterior, con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el Gobierno de Mariano Rajoy las cerró todas menos la de Bruselas (Bélgica). Aragonès aprovechará la entrada en funcionamiento de la delegación coreana para impartir desde allí la conferencia 'Catalunya, siempre adelante', una forma de 'vender' las potencialidades catalanas a agentes económicos coreanos. De hecho, el viaje también tiene un fuerte componente económico. El president tiene agendadas varias reuniones con empresas, entre ellas, con el conglomerado Lotte Energy Materials, que en 2022 anunció una inversión en Mont-roig del Camp (Tarragona) para fabricar elecfoil, un componente para baterías de vehículos eléctricos. La inversión asegurada es de 600 millones y la Generalitat aspira a que llegue a los 1.200. El listado de contactos empresariales también incluye una visita al gigante de la automoción Hyundai, la industrial Hyosung, la tecnológica Naver y la agencia gubernamental de gestión del agua, Kwater. Además, el presidente viajará hasta el sur del país para visitar el puerto de Busan, el sexto del mundo y que tiene un acuerdo de colaboración con el de Barcelona. Finalmente, la ruta también incluye tres reuniones con autoridades locales: el gobernador de la región de Gyeonggi, la más poblada del país; el alcalde de Incheon, la tercera ciudad coreana, y la embajadora de la Unión Europea en este país, María Castillo Fernández. La culminación de un año de trabajo También viaja con el president la consellera de Acción Exterior, Meritxell Serret, que ya desde Seúl ha defendido que este viaje quiere ser la culminación de "un año" en que el Govern se ha centrado en "volver a poner la acción catalana al primer nivel". Es el año transcurrido desde que Junts salió del Govern y ERC volvió a coger las riendas en esta materia. "Yo misma he hecho 35 viajes a 23 países en solo 14 meses", ha reivindicado. Corea del Sur ha sido el país elegido para situar la delegación porque mantiene con Catalunya una relación de 30 años de colaboraciones. Y para Serret esta delegación tiene que ser "la primera piedra" para seguir "reforzando" estas relaciones con el continente a nivel institucional, económico y tecnológico. La expedición a Corea es de cuatro días, pero la consellera seguirá la ruta hacia Japón. Crecimiento exterior Desde su llegada al frente del Govern, Aragonès fijó como una de sus prioridades la agenda internacional de la Generalitat. Por convencimiento, pero también porque sabía que era un ámbito en el que podía crecer fácilmente respecto a sus dos inmediatos predecesores, Carles Puigdemont y Quim Torra, que con la aceleración del 'procés' y la pandemia tuvieron muy complicado prodigarse en el exterior. Este crecimiento tenía dos enfoques: el primero, reactivar las delegaciones en el extranjero arrasadas por el 155. El segundo, en que estaba convencido de que su apuesta por el diálogo con el Estado y el enfriamiento de la unilateralidad le abrirían más puertas en el exterior. En sus viajes ha priorizado el discurso institucional y económico más que el del 'procés'. El salto al exterior aún pudo ser más cómodo para él cuando en 2022 Junts salió del Govern y ERC se quedó con todas las carteras, también la de Acción Exterior. Con los posconvergentes había mantenido algún episodio de tensión, por ejemplo sobre si la Generalitat debía o no abrir sede en Israel.

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