Acción Exterior

El Govern pone a prueba su red de 'embajadas' en el exterior con la oficialidad del catalán en la UE

El president Aragonès y la consellera Serret en un viaje reciente a Italia. / EFE

La Casa dels Canonges, aparte de ser la antigua residencia del president de la Generalitat, alberga la sede del Departament d'Acció Exterior. Es martes y, tras el ventanal que da a la calle Pietat del casco antiguo de Barcelona, la consellera está en su despacho a punto de dar comienzo a una reunión importante. Ha citado telemáticamente a todos los delegados de la Generalitat en países miembros de la Unión Europea (UE). El punto del orden del día de la cita es fácil adivinarlo: el estado de las gestiones para conseguir que el catalán sea lengua oficial de la Unión. La número 25. Según expresó recientemente la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, esta es "la operación de política exterior [del Executiu] más grande que se ha hecho hasta el momento". Como mínimo, lo que seguro que supone, es el mayor examen a la acción exterior de la Generalitat hasta la fecha. Para lo bueno -si se consigue- y para lo malo -si no-.