Patrícia Gomà: "No tiene ningún sentido que ERC sea la muleta del PSC en la Diputación de Barcelona"

Patrícia Gomà (Barcelona, 1970) aspira a liderar los próximos cuatro años la federación de ERC de Barcelona, la más importante del partido. Para lograrlo deberá derrotar a la otra candidata en liza, Eva Baró. Actual secretaria de Educación de la Generalitat, capitanea la candidatura no oficialista y se muestra crítica en cómo se ha gestionado la agrupación en los últimos años. Se enfrenta a la candidatura de Eva Baró. ¿Por qué ha sido imposible una lista de consenso? Porque tenemos dos modelos absolutamente diferentes en cuanto a la gobernanza del partido: tiene que ser más abierta, participativa y deliberativa. Se tiene que contar más con la militancia. Yo he sido presidenta de la federación de 2011 a 2015: lo hemos hecho y lo sabemos hacer. La militancia se nos ha quedado desorientada en el sofá de su casa sin demasiada ilusión por participar en el proyecto. ¿Han terminado los tiempos de la paz interna en ERC? Estamos sufriendo una represión brutal y el partido ha tenido las dinámicas propias que responden a este contexto, pero en el ámbito de Barcelona hemos tenido una estrategia electoral equivocada. Hay que reformularla cuanto antes. No es una guerra, y mucho menos entre compañeras. Se trata simplemente de reimpulsar ya la organización en Barcelona. Estamos jodidos y tenemos que remontar. En las elecciones municipales de 2019 no fuimos capaces de gestionar correctamente la victoria ¿Cuáles han sido los errores de ERC en Barcelona? Ganamos las elecciones de 2019, fue un hito importantísimo, pero no fuimos capaces de gestionar correctamente la victoria. Luego tuvimos la oportunidad de ser la principal fuerza de la oposición y no hemos aprovechado esta potencialidad. Ha sido un mandato perdido. Hemos tenido más concejales que nunca y el resultado es evidente: no lo hemos sabido aprovechar. Ha sido un 'ir tirando' que no conecta con la gente. Perdimos la iniciativa y no se nos identifica con ningún proyecto, en estos últimos tiempos, relevante para la ciudad. ¿Usted hubiera aprobado los presupuestos de la entonces alcaldesa, Ada Colau? Yo no he formado parte de ningún debate de este calado. La representante de la otra candidatura ha sido partícipe de todas estas decisiones porque ha formado parte del grupo municipal. Yo me lo he mirado desde fuera y, por lo tanto, soy mucho más libre para opinar. Cuando estás dentro te cuesta reconocer los errores. Si nos hemos pensado que un apellido era suficiente para hacernos ganar la ciudad, estamos muy equivocados ¿Por qué ERC pasó de 10 a 5 concejales este mayo? Esquerra no ha sido lo bastante referente. Si nos hemos pensado que un apellido era suficiente para hacernos ganar la ciudad, estamos muy equivocados. La política va del trabajo del día a día, de conectar con muchas personas. Se tiene que ser muy activo. ¿Usted hubiera pactado en 2019 repartirse la alcaldía entre Ernest Maragall y Ada Colau? Era una posibilidad. Sinceramente, creo que, pese a la alegría de la victoria, no teníamos trabajado el escenario de victoria. Y como no lo teníamos, no supimos marcar la agenda. Puede que ni haciendo todos los esfuerzos del mundo lo hubiéramos conseguido, pero creo que nos faltó audacia política. Si usted es la próxima líder de ERC en Barcelona, ¿quién tendría que ser el próximo candidato a las municipales? El que elija la militancia. Esta es una de las características que nos diferencian netamente de la otra candidatura. Haremos unas primarias con tiempo y transparencia. Una distinción clave es que nosotros nos comprometemos a que en ningún caso nos vendrá designado el candidato por otro órgano que no sea la federación de Barcelona con la voz de su militancia. Desde un despacho yo no decidiré en ningún caso el próximo candidato al Ayuntamiento Cuando habla de candidatos designados por otros órganos, ¿se refiere a la dirección del partido a nivel catalán? Me refiero a que respetaré la voz de Barcelona. Tenemos que escuchar esta voz porque, si no, hay una ruptura entre las bases y la dirección. Desde un despacho yo no decidiré en ningún caso el candidato. De acuerdo, habrá primarias, pero, ¿usted es partidaria de un cierto continuismo con la concejal Elisenda Alamany o de nuevos nombres como los de Joan Ignasi Elena y Raül Romeva? Lo que a mí me guste tiene un valor relativo. El jefe de cartel tiene que dar un mensaje de nuevo proyecto y de relevo. Alamany tendrá una oportunidad de mostrar y decidir si puede liderar este proyecto. Más allá de ella, la organización tiene personas muy significativas. Tendríamos que velar para que fueran personas cuya trayectoria política esté vinculada a Barcelona. ¿Lo dice por el 'conseller' Joan Ignasi Elena [exalcalde de Vilanova i la Geltrú]? Ni él, ni otros nombres que han sonado, están vinculados a la ciudad de Barcelona. Todo el mundo lo sabe. Pero esta es mi opinión y yo lo que haré es respetar la opinión de la militancia. ¿Es partidaria de facilitar el trámite y negociar los presupuestos del alcalde Jaume Collboni o de un 'no' rotundo? Ahora estamos focalizados en ver qué pasará en Madrid [la investidura de Pedro Sánchez]. Lo que quiero dejar muy claro es que Esquerra gobernamos el país y no podemos ser muleta del PSC. En la Diputación de Barcelona somos muleta del PSC y no tiene ningún sentido. Nuestra responsabilidad es de tal magnitud que no podemos serlo en ningún caso. ¿Los presupuestos de Collboni? Que empiece el trámite, pero no tienen nuestro apoyo en absoluto Pero si no quiere ser muleta, ¿se inclina por el 'no' a los presupuestos municipales o aún hay partido? Como buenos demócratas tenemos que ver cuáles son las propuestas. Escuchar. Pero tendrían que pasar muchas cosas para plantearnos dar apoyo. A día de hoy, que empiecen el trámite, pero no tienen nuestro apoyo en absoluto. Por lo que dice, tampoco es partidaria de entrar en el gobierno de la ciudad... Es evidente que no nos aporta nada. La operación Collboni no la podemos blanquear tan fácilmente. Veremos cómo avanza el mandato, pero no podemos volver a los escenarios de ser muleta del PSC. ¿Rechazar los presupuestos de Collboni no pondría en riesgo los de Aragonès en la Generalitat? También tendremos que negociar o no si hay investidura y un presupuesto del Estado. La cuestión más relevante ahora es la investidura de Sánchez y esto también tendrá derivadas en otros ámbitos. Que [Baró] se cuelgue la etiqueta de renovación y se quede tan ancha sin enrojecer me parece curioso Critica el pacto de su partido con el PSC en la Diputación. ¿No lo entiende? No, como mucha otra gente. Las decisiones políticas las tienen que entender los ciudadanos y, si vemos que no son entendidas, puede que no hayan sido una buena decisión. No nos aporta ningún valor añadido a Barcelona y condiciona la estrategia en el futuro. La otra candidata [Baró] dice que la Diputación tiene 311 municipios. Hacer esta afirmación sin enrojecer, asimilando Barcelona con Collbató, con todos los respetos por Collbató, es una frivolidad. A su rival se le pone la etiqueta de oficialista y a usted no. ¿Lo comparte? Ella forma parte de la dirección nacional del partido. Que se cuelgue la etiqueta de renovación y se quede tan ancha sin enrojecer me parece curioso. No es lo bastante libre e independiente para focalizarse exclusivamente en Barcelona.

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