Negociaciones tras el 23-J

La tramitación parlamentaria de la amnistía complica la negociación del PSOE con Junts

Carles Puigdemont, el pasado lunes en Bruselas. / EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

Desde que comenzó la negociación entre el PSOE y Junts per Catalunya, después de que la derecha y la ultraderecha fracasaran en su intento de lograr mayoría en las elecciones generales del pasado 23 de julio, los posconvergentes no dejan de utilizar la expresión “pago por adelantado”. Los “hechos comprobables”, según Carles Puigdemont. El ‘expresident’ de la Generalitat no se fía de los socialistas. También busca dejar claro que es capaz de lograr más en unas cuantas semanas de lo que ERC consiguió durante toda la legislatura anterior, así que pretende cobrar primero y apoyar después. La estrategia le funcionó durante las conversaciones a mediados de agosto que desembocaron en el apoyo de su partido a Francina Armengol para presidir el Congreso de los Diputados. Hasta que el Gobierno en funciones no registró la petición formal ante la UE para que el catalán, junto al euskera y el gallego, pudiera usarse en la Eurocámara, Junts no dio el ‘sí’ definitivo. Pero ahora las cosas no son tan sencillas.