Pese a aplicarla

El Supremo puede dirigirse al TC o a la justicia europea para tratar de frenar la amnistía

El Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz y el presidente del Tribunal Supremo, Francisco Marín, a su salida de la apertura del año judicial 2023/2024. / José Luis Roca

El Tribunal Supremo no tendrá más remedio que aplicar una ley de amnistía en los términos en que finalmente sea promulgada, de la misma forma que tuvo que declarar derogada la sedición tras la reforma penal pactada entre el Gobierno de Pedro Sánchez y ERC. Ello supuso que se modificara la sentencia del 'procés', dictada en octubre de 2019, y que se limitara el procesamiento del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont a un delito de malversación de caudales, aunque en su modalidad más grave.