El PDECat, la breve historia de una apuesta fallida

Artur Mas (en el centro), con una urna, arropado por miembros del PDECat en Montblanc, ayer. / SÍLVIA JARDÍ

El PDECat fue un partido que ya nació con mal pie y una herencia enveneada y probablemente acabará muriendo de inanición absoluta tan solo siete años después de ser creado como un antídoto a la corrupción y el desgaste de la marca Convergència. Marca que el PDECat ha usado en estos últimos comicios como intento a la desesperada de seguir vivo y de representar a ese espacio de centro derecha nacionaslita catalán que, dicen, sigue huérfano de partido.