Un mes para el 11S

Caída en las urnas y una endiablada investidura: la Diada más difícil para el independentismo

La manifestación de la Diada convocada por la ANC en 2022 / MANU MITRU

Falta exactamente un mes para la Diada, una fecha que desde hace más de una década sirve para tomar el pulso al independentismo en Catalunya y que este año se proyecta con el 'más difícil todavía' como lema. Es la primera desde la salida de Junts del Govern, desde la caída electoral del movimiento en las municipales y en las generales con campaña de abstención incluida y, a la postre, se celebrará en medio de la patata caliente que suponen las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez, un episodio con Carles Puigdemont como principal protagonista que, se resuelva como se resuelva, puede marcar un antes y un después en el mapa político catalán y estatal. A estas tres convulsas situaciones se suman las turbulencias internas de la ANC, la entidad que ejerció como locomotora del 'procés' y de las movilizaciones multitudinarias y que, además de perder musculatura e influencia, en los últimos meses ha sufrido dimisiones en su secretariado a tenor de la propuesta de impulsar una nueva candidatura independentista en las próximas elecciones catalanas.