Pedro Sánchez quedó a comer en enero de 2014 con tres periodistas. El ahora presidente del Gobierno acudió en solitario a un restaurante cercano al Congreso, con una mochila al hombro y traje sin corbata, y nada más tomar asiento anunció que quería liderar el PSOE. Aquello sonaba a fanfarronada. Más allá de los círculos del socialismo madrileño, donde él se había criado, muy pocos le conocían. Solo uno de los tres redactores, y esto es algo que no habla muy bien de los otros dos, publicó la noticia. Visto con la perspectiva que otorga el tiempo, era una gran exclusiva: el amanecer del dirigente político más importante de la última década en España. Pero la periodista no tituló con Sánchez. En ese momento, podía ser cualquiera, una más de las cerca de 800.000 personas que comparten ese apellido. “La tregua previa a las primarias del PSOE alienta a nuevos aspirantes a sondear apoyos”, señalaba la crónica, de Colpisa.
Una trayectoria inverosímil
Un presidente al límite: todas las vidas de Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, jugando al baloncesto en 2013. /
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