Barcelona es, sin lugar a duda, la guinda del pastel de las elecciones municipales en Catalunya. Aunque hay más de 900 municipios, el resultado en la capital será un termómetro para evaluar el estado de cada partido. Y lo será especialmente para Ciutadans, que se juega directamente su existencia, con unas encuestas que les dejan fuera del futuro consistorio. Pero más allá de la capital, los naranjas también tienen otros puntos calientes, a pesar de presentar menos de la mitad de listas que hace cuatro años.