Cs, Vox y Valents luchan por rentabilizar las protestas contra los okupas de la Bonanova

Las elecciones municipales han vuelto a poner las okupaciones en el centro del debate. Si ya es uno de los temas recurrentes en campaña, lo es todavía más ahora porque coincide con las protestas delante de los edificios de El Kubo y La Ruina en el barrio de la Bonanova de Barcelona. Se trata de dos espacios okupados desde hace años -uno lo fue en 2016 y el otro en 2019- que, hasta ahora, habían cobrado poco protagonismo. Quien consiguió 'colar' el tema en la campaña, y obligó al resto de candidatos a posicionarse, fue la alcaldable de Ciutadans, Anna Grau. Con la encuestas dejándola fuera del ayuntamiento, hace tres semanas se plantó frente al edificio para protestar contra la okupación con un grupo de vecinos. Desde entonces, se ha convertido en un punto de manifestaciones vecinales cada martes, a las que también se ha terminado sumando el candidato de la extrema derecha de Vox, Gonzalo de Oro-Pulido, que no quiso quedarse atrás ante las llamadas de Grau a participar. Los dos se dejaron ver en la concentración de este martes. No lo hizo la candidata la de Valents, Eva Parera, que a la hora de la convocatoria colgó un vídeo en el que reivindicaba la "bandera" que ha hecho su partido de la lucha contra las okupaciones durante toda la legislatura y donde se la podía ver delante de el edificio del Kubo en el pasado. Sin embargo, ha criticado el "electoralismo" de sus contrincantes en esta materia y les ha pedido "responsabilidad". El papel del PP El alcaldable de los populares, Daniel Sirera, ha querido alejarse de esta polémica desde que tomó relevancia. En estas elecciones, el PP quiere optar por una estrategia de moderación y alejarse tanto como pueda de la crispación para ampliar su base. Sirera quiere convertir el partido, que en los últimos años ha perdido fuelle en Catalunya, en la "casa grande del constitucionalismo" y sabe que para esto es mejor no arrinconarse en un lado y dar una imagen de partido serio. Aun así, envió una carta a la alcaldesa Ada Colau en la que le pedía que mediara para desalojar estos edificios y que ordenara a la Guardia Urbana su intervención en caso violencia por parte de los okupas. El edificio del Kubo tenia que ser desalojado el pasado 23 de marzo, pero los Mossos descartaron llevarlo a cabo porque consideraron que no se daban las "garantías de seguridad y eficacia necesarias" y finalmente el juzgado lo suspendió. Aún no hay nueva fecha, como tampoco la hay para La Ruïna, cuyo caso judicial está menos avanzado. Los dos edificios son propiedad de la Sareb, el conocido como 'banco malo'. El anuncio de Desokupa La cúspide de la tensión llegará este jueves y coincidirá, justamente, con el inicio de la campaña electoral. A las nueve de la noche, la polémica empresa Desokupa, vinculada a la extrema derecha, se manifestará frente a los bloques y pese a que inicialmente anunció que intentaría acometer un desalojo extrajudicial, finalmente se limitarán a la protesta después de que los Mossos advirtieran de que lo impedirían a toda costa. La situación podría acabar con altercados ya que Daniel Esteve, fundador de la empresa, ha asegurado que llegarán a Barcelona varios autobuses de manifestantes procedentes de toda España para apoyar su intervención. De momento, el único partido que prevé desplazarse este jueves a la Bonanova es Vox, según confirman fuentes del partido ultra a EL PERIÓDICO. Ciutadans, a pesar de su presencia en el barrio cada martes, ya ha descartado acercarse este jueves a la zona porque considera que son los cuerpos y fuerzas de seguridad los que deben proceder al desalojo y que la actuación de esta empresa solo genera "más tensión". Del mismo modo lo ven Valents y el PP. Pero más allá de este bloque, la polémica también ha obligado a Junts a posicionarse y a pedir que se desconvoque la manifestación de Desokupa. En su recuerdo está la semana de altercados que en mayo de 2014 siguió al desalojo de Can Vies, en Sants, durante el mandato de Xavier Trias. “Pedimos que den marcha atrás, que piensen en los comercios del barrio, dejen que los jueces hagan su trabajo, la policía haga su trabajo y retorne la normalidad en el barrio”, ha afirmado Jordi Martí, número tres de la candidatura de Trias. Por su parte, el alcaldable del PSC, Jaume Collboni, se ha limitado a defender que hay que “cumplir la ley y las resoluciones judiciales”. Bajo su criterio, un juez puede ordenar el desalojo y, por lo tanto, hay que “ejecutar la sentencia” y “apoyar” a los cuerpos de seguridad que tienen que cumplir con ella.

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