Los Comuns ponen orden en sus candidaturas y minimizan la fragmentación municipal

Un tercer mandato de Ada Colau, robustecer y consolidar el proyecto más allá de Barcelona y aumentar su representación con más concejales. Son los tres objetivos que se marcan para las elecciones municipales los Comuns, el principal puntal con el que cuenta Yolanda Díaz para dar alas a Sumar y el espejo de la confluencia que pretende embastar para las próximas generales. Y es que, en Catalunya, el espacio morado ha logrado poner orden en sus 174 candidaturas para concurrir con un solo paraguas y acabar con la fragmentación que ya pasó factura en 2019 pero que ahora hace estragos a nivel estatal. "Nadie que forme parte de Catalunya en Comú o de Podem Catalunya va por su cuenta, en ningún sitio nos presentamos esta vez por separado", explica a EL PERIÓDICO la coordinadora nacional de los Comuns, Candela López. Señala que para llegar a este punto ha hecho falta más de un año de trabajo y "generosidad" tanto de los territorios como de las direcciones de los partidos para poner de acuerdo a candidatos que hace cuatro años compitieron entre ellos y lograr que vayan juntos con el nombre de En Comú Podem, la marca de coalición con la que pretenden poner fin a la dispersión de siglas de los últimos años. La situación del espacio en Catalunya es, en estos momentos, un oasis si se compara con la competencia fratricida que se está librando entre Podemos y los partidos que orbitan a la izquierda del PSOE, que inevitablemente se enfrentarán en listas rivales en territorios clave como Madrid, Valencia o Andalucía. Si una cosa ha tenido claro el partido que lidera Colau es que no se podía repetir en el caso de Catalunya un escenario de divisiones que hace cuatro años les hizo perder la representación o mermó su presencia en algunos municipios clave. Candela López: "Nadie que forme parte de Catalunya en Comú o de Podem Catalunya va por su cuenta, en ningún sitio nos presentamos esta vez por separado" En aquel momento, se produjeron reticencias de actores como Podem Catalunya o ICV, que en algunos territorios se resistieron a diluir su identidad concurriendo bajo el paraguas de los Comuns, así como discrepancias irresolubles con EUiA y con dirigentes como Joan Josep Nuet y Elisenda Alamany, emancipados ya de los morados y que ahora están aliados con ERC. Ahora, además de retener las 16 alcaldías que ostentan -con Barcelona como joya de la corona pero también otras emblemáticas heredadas de ICV como Prat de Llobregat, Montcada i Reixac i Santa Perpètua de Mogoda-, se han centrado en limar las tensiones y solidificar las alianzas internas. En Terrassa y en Sant Cugat del Vallès, donde los Comuns rivalizaron con Podem en dos candidaturas distintas, se quedaron directamente sin ningún concejal. Esta vez, se presentarán en una sola lista. En Sabadell, paradigma de la división de la izquierda, llegaron a competir en 2019 divididos en hasta cuatro candidaturas distintas, y esta vez se unifican con Joan Mena, diputado en el Congreso, como candidato, a pesar de que también se presenta por su cuenta una dirigente que fue expulsada de Podem. Un acuerdo difícil en Cerdanyola y Sant Boi En Cerdanyola del Vallès y en Sant Boi de Llobregat, admiten, ha sido especialmente costoso el acuerdo, que han sido de los últimos que se han sellado. Del total de 174 candidaturas que ha registrado el espacio, en unas 160 se presentan con el nombre de En Comú Podem. En casos como Badia del Vallès o Sant Adrià de Besòs se presentan con candidaturas con nombres singulares -Totes fem Badia y Sant Adrià en Comú- y se han coaligado con independientes en Terres de l'Ebre (Movem) o con Progrés Municipal en Pallejà y Castellbisbal. En una docena de municipios se ha pactado que sus miembros se incorporen en las listas de otros partidos. La dirección de los Comuns admite que no ha logrado el reto inicial de llegar a las 200 candidaturas porque se ha primado poner fin a la fragmentación y porque finalmente no se presentan sus allegados de Amposta, Banyoles, Castellar o Ripollet. Sin embargo, resaltan que el 80% de la población en Catalunya tendrá opción de votar sus candidaturas -han puesto especial énfasis en el área metropolitana y en ciudades como en Hospitalet-, que concurren en 62 de los 67 municipios de más de 20.000 habitantes y en más del 50% de las capitales de comarca. Si bien su máxima implementación está en las veguerías de Barcelona, Penedès y Tarragona, tienen más dificultades en la Catalunya central y en las comarcas de Lleida y del Pirineu. El todo o nada de Barcelona Aún así, esperan que con la unidad lograda esta vez con Podem superen los 103 grupos municipales que tienen en estos momentos y, por ende, la cifra de 264 concejales con la que ahora cuentan. "Esperamos que el esfuerzo se traslade en el resultado y que el proceso de consolidación que hemos afrontado aquí yendo juntos sirva para acabar con el ruido en el resto del Estado", sostiene López. De hecho, los Comuns presumen de contar con Yolanda Díaz para afrontar una campaña que es un todo o nada para Colau, de la misma manera que Barcelona es piedra angular para el espacio en Catalunya, pero también para Sumar.

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Las 174 listas que el espacio presenta en Catalunya están pactadas con Podem tras la factura que supuso la rivalidad en los comicios de 2019

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