Obituario

Fèlix Millet, un ladrón de guante blanco entre "los 400" de la corte catalana

El 'caso Palau' puso fin a la impunidad de un empresario burgués ávido de poder que se codeó con la flor y nata política y económica

Fèlix Millet. / RAFAEL VARGAS.

De pisar moqueta roja, a la celda. De prohombre, de hacer y deshacer a conveniencia durante dos décadas entre aplausos e iluminado por pomposas lámparas de araña, a repudiado por los que antes exhibían el orgullo de codearse con él. Fèlix Millet (Barcelona, 1935), nombre asociado hasta el 23 de julio del 2009 a la flor y nata del poder catalán, se ganó a pulso un lugar predilecto en el turbio mapa de la corrupción.