Encuesta elecciones España: Máxima igualdad entre los bloques de Sánchez y Feijóo a nueve meses de las generales

A menos ya de tres meses para las elecciones municipales y autonómicas (en 12 comunidades) y a nueve meses para las generales, la pugna entre los bloques que representan Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo sigue al rojo vivo. Aunque el PP consolida una cómoda ventaja sobre el PSOE encuesta tras encuesta, la futura gobernabilidad continúa rodeada de suspense porque populares y socialistas se quedarían muy lejos de la mayoría absoluta y necesitarían de alianzas endiabladas para mantener o alcanzar la Moncloa. Ahora mismo, tanto el presidente como el jefe de la oposición tienen opciones de gobernar, pero ninguno de ellos lo tiene garantizado. El primer Barómetro de España del año del Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para el grupo Prensa Ibérica refleja cómo la enorme polarización del ambiente político desemboca en un tablero electoral con dos grandes bloques muy igualados que se mueven alrededor de los 176 escaños que brindan la mayoría absoluta. En concreto, la suma de PP y Vox oscila en una horquilla de 168 a 177 diputados, mientras que la suma del PSOE con todos sus actuales socios parlamentarios bascula entre 172 y 183 escaños. Ahora bien, ambas opciones serían complejas de fraguar: si Feijóo optara por apoyarse en la ultraderecha, esos votos podrían ser incompatibles con los de cualquier otro socio; y si Sánchez se lanzase a intentar una mayoría alternativa, tendría que convencer a una docena de fuerzas políticas. Algo parecido a lo que hizo en los últimos tres presupuestos, que sacó adelante con la ayuda de 11 formaciones. Superado el desgaste por el bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, en el último trimestre el PP ha ampliado medio punto su ventaja sobre el PSOE, que ahora es de 2,9 puntos. Feijóo obtendría el 29,8% de los votos y 127-130 diputados (hoy tiene 89), 1,2 puntos más que en el sondeo de noviembre. En cambio, la erosión por la rebaja del delito de malversación y el fiasco de la ley del ‘solo sí es sí’ dejaría a Sánchez con el 26,9% de los votos y 104-108 diputados (hoy tiene 120), siete décimas menos que hace tres meses. Con todo, ambos líderes se mueven en horquillas de escaños muy similares a las de noviembre. El trabajo de campo del sondeo, elaborado a partir de 1.002 entrevistas del 27 de febrero al 1 de marzo, coincidió con los últimos azotes de la lacra de la corrupción: las investigaciones del caso Mediador, que acecha al PSOE, y las nuevas revelaciones sobre las cloacas policiales en la etapa de gobierno del PP, como la operación Cataluña o la trama Kitchen. Pero la encuesta también tiene como contexto el primer aniversario de la guerra en Ucrania, detonante de la inflación y de las medidas del Gobierno para contener la subida de precios, y de la caída de Pablo Casado como líder del PP, que propició el aterrizaje de Feijóo en Madrid. Desde aquel febrero de 2022, el PP ha crecido nueve puntos y 42 escaños. El PSOE también ha subido un punto, pero lograría ahora 6 diputados menos que hace un año. Sin embargo, el ‘efecto Feijóo’ que alcanzó su cima en junio, después de la mayoría absoluta en Andalucía, se ha diluido y en este tiempo los populares han perdido 1,7 puntos y una docena de escaños, precisamente los mismos que ha ganado Sánchez, que ahora sumaría tres puntos más que en junio. Aunque desde noviembre ambos bloques dan signos de estancamiento, las derechas salen beneficiadas por el alto grado de indecisión que muestran los votantes de izquierdas. El PP es la fuerza que conserva mayor fidelidad de voto, por encima del 72%, y logra atraer votantes por su derecha y por su izquierda: cuatro de cada 10 electores de Cs en 2019 y dos de cada 10 electores de Vox escogerían hoy la papeleta de Feijóo. Pero lo mismo haría uno de cada 10 votantes del PSOE. Es decir, unos 768.000 españoles que votaron a Sánchez en las últimas elecciones apoyarían ahora al PP. Incluso el 13,3% de los abstencionistas también se inclinarían por Feijóo. La fuga de voto hacia la derecha es la grieta más importante que sufren los socialistas, y deja casi sin efecto los apoyos que recuperan procedentes de Unidas Podemos (unos 345.000), pero amortiguan el golpe al atraer a dos de cada 10 abstencionistas. A ello hay que añadir que uno de cada cuatro votantes del PSOE está todavía indeciso, lo que dejaría margen de mejora a Sánchez en estos nueve meses. Pero, en realidad, las autonómicas y municipales del 28 de mayo marcarán con toda probabilidad las tendencias de voto de cara a las generales. La fidelidad de voto a Sánchez ha bajado cinco puntos desde noviembre y está en el 55%, calcada a la de Unidas Podemos, aunque en el caso de los morados ha subido seis puntos. Con el proyecto y las alianzas de Yolanda Díaz aún en el aire, a los podemistas también les pasa factura el disenso en torno a la ley del ‘solo sí es sí’ y desde noviembre pierden cuatro décimas, hasta quedarse en el 11,8% de los votos y 30-33 escaños (hoy tienen 35). El desgaste respecto a hace un año es de menos de un punto, pero también de tres o cuatro diputados, lo que haría que una hipotética reedición de la coalición con el PSOE arrojase un Gobierno todavía más frágil, pues contaría con entre 134 y 141 escaños frente a los 155 que sustentan al actual Ejecutivo. Pero el partido más damnificado en el último año ha sido Vox. La extrema derecha ha retrocedido 3,4 puntos y 22 diputados desde febrero del año pasado como consecuencia del relevo de Casado por Feijóo al frente del PP. No obstante, Santiago Abascal ha recuperado fuelle desde noviembre y tendría la llave de la Moncloa para el líder popular al obtener el 14,8% de los votos y 44-47 escaños, un punto y medio y cinco diputados más que hace tres meses. Los ultras perderían dos de cada 10 apoyos de 2019 (unos 746.000), que votarían a Feijóo, pero a su vez le quitarían a los populares a uno de cada 10 votantes (unos 495.000).

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