Reforma del Código Penal

El Gobierno plantea un nuevo delito de corrupción para compensar la reforma de la malversación

ERC ultima con Moncloa la mitigación de las consecuencias del 1-O mientras el PSOE y Podemos impulsan el castigo al enriquecimiento no justificado de cargos electos y matizan los desórdenes agravados

El presidente Pedro Sánchez, en la Cumbre Euromediterránea / JORGE GIL / EUROPA PRESS

Hay que ampliar el foco para entender, en su conjunto, la maraña de propuestas de enmiendas a la reforma del Código Penal presentadas por el PSOE, Podemos y ERC. Porque todas ellas son fruto de negociaciones cruzadas y, también, de la necesidad que tiene cada una de las partes de justificar sus apuestas ante los suyos. Tras la derogación de la sedición, la reforma de malversación se prevé de alto voltaje. Sobre todo con el aliento en la nuca del efecto indeseado que ha tenido la aplicación de la ley del 'solo sí es sí'. Si lo que persiguen los republicanos es que no sea aplicable a la organización del 1-O, lo que pretende el Gobierno es que no se le eche en cara que la desjudicialización prometida a los independentistas avanza en detrimento de la lucha contra la corrupción. ¿Cómo? Con la creación de un nuevo delito de "enriquecimiento ilícito" para los cargos públicos que no justifiquen un incremento patrimonial que supere los 250.000 euros. La derecha ya se ha lanzado a la yugular de Pedro Sánchez, con amenaza de moción de censura incluida.